El plato es preparado con arroz, pescado, frijoles, y plátano maduro sancochado con queso, marca el inicio de la cuaresma, tiempo previo a las celebraciones de Semana Santa.
La gastronomía peruana se ha puesto de manifiesto en los últimos años por su variedad y fusiones que nos permiten tener una gama de platos, donde las diversas regiones del interior del país han ayudado a nutrir estas recetas cuyos platos son tradición en algunas localidades e incluso se entrelazan con el sentir religioso como es el caso de la conocida Malarrabia, en la región Piura.
Este plato además de ser algo típico de la región marca el inicio de la Cuaresma, que son los días previos al desarrollo de diversas actividades religiosas dentro de la conocida Semana Santa, pues este potaje se acostumbra comer todos los viernes de cuaresma, la cual inició ayer.
Según nos cuenta el comunicador social y docente de la Universidad Nacional de Piura, Miguel Godos, este plato que consiste en una porción de arroz, frijoles, pescado salpreso con cebolla picante, acompañado de plátano maduro sancochado y batido y mezclado con queso, tendría influencias colombianas y hasta cubanas.
La influencia de este potaje tendría un mensaje de penitencia, pues este se consume luego de los jolgorios y festejos por carnavales, a lo cual le sigue el miércoles de ceniza y posteriormente como manda la religión católica el viernes no se come carne como una forma de expiación, donde la malarrabia cumple su función.
En la región está extendido el consumo de la malarrabia en casi todas las localidades sobretodo en la zona costera, incluso en algunos lugares lo suelen comer los días miércoles, a pesar que este plato puede ser servido en cualquier día, es tradición comerlo solo durante los viernes de cuaresma, el resto del año digamos que este plato se respeta y ocupa un lugar importante en las mesas piuranas.
En el distrito de Catacaos y la ciudad de Piura es casi ley comer este potaje durante la semana santa algunos refieren que este plato es contundente para continuar luego con las diversas actividades que se desarrollan por estas fechas las cuales abarcan casi todo el día.
En algunos lugares de Piura este potaje se suele servir en platos que en realidad son depósito de calabaza seca que llevan por nombre Poto, esto con la finalidad de mantener una tradición, pues este accesorio también se emplea para beber la chicha de jora.
Como nos indican algunas personas dedicas a la cocina no hay una regla de presentación para este potaje es decir el fríjol puede ser bayo o blanco, el pescado ser frito, sudado o salpreso, pero lo que no varia es la mezcla del plátano maduro sancochado, aderezado y revuelto con queso fresco.
El nombre malarrabia no tiene un origen certero, según el catedrático Godos esta denominación se debería a la diversidad de sabores del plato que pasa por lo salado, dulce y agrio del queso, sin embargo también existen otras historias populares que tratan de dar un significado al peculiar nombre del potaje.
Los piuranos coincidimos en señalar que este plato cada vez toma más prestancia en la mesa de muchas familias incluso donde no se comparte la misma creencia religiosa que en algún momento fue clave para la difusión de la malarrabia, un plato que debemos probar todos.
Por: Lina Fiestas
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