“En muchas cosas, dice Vargas Llosa, he sido consistente a lo largo de las décadas, y en otras he ido variando mi manera de pensar”.
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Mario Vargas Llosa comenzó su actividad de periodista en el diario La Crónica en 1951, cuando tenía quince años de edad. Desde entonces y hasta ayer puso su escritura al servicio de ideas destinadas siempre a contribuir a la formación de un país y una humanidad regidos por valores. Desde 1990 ha tenido una columna dominical, Piedra de Toque, en el diario El País, de España, reproducida en decenas de diarios del mundo. En su versión de ayer anuncia que ha puesto fin a sus más de setenta años de periodista, de la misma manera que su novela Le dedico mi silencio, quedará como la última ficción de una carrera que le ha valido el Premio Nobel, traducciones a más de cuarenta lenguas y amplio reconocimiento universal. Su columna de ayer se dirige en particular a los jóvenes periodistas para afirmar que pese a las evoluciones que pueda vivir el mundo, el periodismo de calidad seguirá estando definido por la búsqueda de la verdad, con independencia de todas las presiones, incluidas las derivadas de la línea editorial del órgano que publica al periodista. Destaca por eso la contribución al periodismo en lengua española del diario El País, que le permitió siempre escribir con libertad, a pesar de discrepar a veces con las opiniones editoriales del diario. Para todos rige la exigencia de respetar la verdad de los hechos, pero caben opiniones diversas y respetables. “En muchas cosas, dice Vargas Llosa, he sido consistente a lo largo de las décadas, y en otras he ido variando mi manera de pensar”. Y concluye que el mérito de las columnas es “transparentar el debate que un columnista tiene consigo mismo”. El Perú tiene mucho que agradecer a Vargas Llosa. No solo la proyección que ha dado a nuestra cultura. Ha mostrado sobre todo una exigencia moral que le permite dejar un legado inestimable a las futuras generaciones. El Grupo RPP se enorgullece de haber producido con Mario Vargas Llosa 77 adaptaciones sonoras de sus Novelas favoritas, escogidas de todas las épocas y todas las lenguas. ¡Larga vida y gratitud eterna a Mario Vargas Llosa!
Las cosas como son
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