Juan Stoessel, vicepresidente de la Cámara de Turismo de Cusco (CARTUC), señaló que el problema que se ocasiona por la venta física de entradas a la ciudadela inca deteriora la imagen del Perú como destino turístico.
El vicepresidente de la Cámara de Turismo de Cusco (Cartuc), Juan Stoessel, expresó su preocupación por la caótica situación generada por la venta física de entradas a la ciudadela inca de Machu Picchu, ubicada en la provincia de Urubamba, en la región de Cusco.
En una entrevista con el programa Las cosas como son, de RPP TV, calificó este problema como un "retroceso terrible" que perjudica seriamente la imagen del turismo en el país. Explicó que los boletos que se venden en una ventanilla en Aguas Calientes, en Machupicchu Pueblo, para ingresar al sitio arqueológico, representan el 30 % del total diario (1 000 entradas) y fue implementada durante la gestión de la exministra de Cultura, Betssy Chávez.
El también CEO y fundador de Casa Andina señaló que el problema de esta modalidad de venta es que solo se pueden pagar en soles, en efectivo y con sencillo, un hecho que, apuntó, “está generando unas colas vergonzosas” de hasta seis horas.
“Lo peor de todo es que cuando llegas a ventanilla, casi siempre te dicen que no hay entradas para ese día, sino para dos días después”, obligando a los turistas nacionales y extranjeros a quedarse más tiempo y gastar en el pueblo, cuestionó.
Según Stoessel, este panorama deteriora la imagen del Perú y Machu Picchu como destino turístico.
Falta de inversión
En ese contexto, el vicepresidente de Cartuc criticó la “inacción” del Ministerio de Cultura, que “no está haciendo ningún tipo de inversión” desde antes de la pandemia de la COVID-19.
“Solo pagan planillas, no tienen capacidad de invertir en todo lo que se necesita [ni tampoco lo están haciendo] en el plan aprobado por la Unesco para iniciar el ordenamiento de Machupicchu”, denunció.
Detalló que uno de los proyectos pendientes es la construcción de un “centro de interpretación” en la zona baja de la montaña, que serviría para orientar a los visitantes mediante información y recomendaciones antes del ingreso al santuario histórico.
Otro de los trabajos postergados del Ministerio de Cultura, sostuvo Juan Stoessel, es la puesta en valor de dos caminos incas que podrían diversificar las rutas hacia la ciudadela inca.
“Hoy se visitan solo 7 hectáreas”, pero podrían ser “más de 70”, dijo, enfatizando la posibilidad de conectar Machu Picchu con Vilcabamba, Quillabamba o Choquequirao.