Una delegación francesa trajo al Perú la conmemoración de los 100 años del fin de la 'Gran Guerra' con un homenaje a François Aubry, un teniente que luchó en este conflicto y que tuvo un vínculo especial con el Perú.
Música militar, flores y discursos: un siglo después de caer combatiendo en una trinchera en la Primera Guerra Mundial, el teniente francés François Aubry recibió este martes, en una mina de los Andes peruanos, los honores que no tuvo cuando murió. En la entrada de un yacimiento de cobre situado a 4.700 metros de altitud, soldados del Primer Regimiento de Artillería de Francia le rindieron honores a su camarada Aubry, uno de los 10 millones de soldados muertos en un conflicto bélico que marcó la historia del siglo XX.
Una banda militar peruana interpretó La Marsellesa y el himno del Perú en la solemne ceremonia efectuada en la mañana bajo un cielo parcialmente nublado, en la entrada de la mina de Huarón, a 35 kilómetros de la ciudad de Cerro de Pasco, la capital minera de Perú, 300 km al noreste de Lima.
El acto, en el que se guardó un minuto de silencio, tuvo lugar en la plazoleta de la antigua aldea minera de Huarón dos días después de que el presidente francés Emmanuel Macron encabezara en París una ceremonia por el centenario del armisticio que puso fin a la Gran Guerra el 11 de noviembre de 1918, con asistencia de 70 mandatarios de los países vencedores y vencidos.
La historia
François Marie Prosper Aubry nació el 9 de mayo de 1879 en Henrichemont, departamento de Cher, en el centro de Francia, e hizo sus estudios superiores en la Escuela Central de Artes y Manufacturas de París. En 1902 se recibió de ingeniero y se licenció como oficial de reserva, tras cumplir su servicio militar en la artillería.
Aubry, quien se especializó en ingeniería de en minas, hizo exploraciones en este yacimiento de cobre y plata en 1912 y luego fue su primer director. La mina, que sigue operando, fue explotada casi un siglo por una empresa francesa, la Compagnie des Mines de Huaron, pero desde 1987 pertenece a una firma canadiense.
La aldea minera creada por Aubry, desmantelada en 1990, llegó a tener casi 2.000 habitantes, y contaba con una capilla, un estadio, una escuela y un hospital, contó Rubén Peinado, de 50 años, quien nació en ella pues su padre trabajaba para la minera francesa. "Era un pueblo que tenía de todo. El hospital atendía a enfermos de todo el distrito", relató a la agencia AFP.
“En nombre de nuestra Francia agradecida"
Como oficial de reserva, Aubry fue movilizado al estallar la guerra en Europa a comienzos de agosto de 1914, un mes después del atentado contra el archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio austrohúngaro en Sarajevo, hecho que desató la guerra. En Perú se quedaron esperándolo su esposa Marie Louise Alice, con quien se había casado en 1911, y su hijo Claude, nacido en Lima el 14 de septiembre de 1914, a quien no alcanzó a conocer.
Al ser oficial de observación del Primer Regimiento de Artillería, Aubry tenía que estar en la primera línea del frente para guiar los proyectiles de su batería. Cumplía este deber cuando murió el día de Navidad de 1914. Tenía 35 años. "En nombre de nuestra Francia agradecida yo saludo al teniente Aubry", dijo en su discurso la agregada de Defensa francesa en Lima, coronel Françoise Ribier.
En memoria de Aubry, los trabajadores de la mina erigieron en 1915 un monumento que fue recientemente remozado, donde militares peruanos y franceses y antiguos mineros colocaron este martes ofrendas florales. Es un pequeño obelisco de color blanco con tres placas de bronce sobre una base de piedra. La ceremonia congregó a unas 300 personas, entre ellos el jefe militar de la zona, general Juan Eduardo Baca, y el obispo de Tarma, Luis Alberto Barrero. También asistieron lugareños, entre ellos medio centenar de niños con trajes típicos.
Su nieto viajó a Perú
Hace alrededor de un año, los jefes del Primer Regimiento encontraron en sus archivos una vieja foto del monumento de Aubry y pidieron en Lima a la coronel Ribier que les ayudara a ubicar el lugar preciso. También contactaron a descendientes del teniente, lo que permitió reconstruir su historia en la minería de Perú. Para participar en este homenaje, viajó desde Francia una delegación del Primer Regimiento, encabezada por su comandante, el coronel Alexandre Lesueur.
La delegación de ocho miembros trajo a Perú el estandarte de este histórico regimiento creado en 1671 por el rey Luis XIV, en el que sirvió Napoleón Bonaparte de 1785 a 1791, cuando era un novel teniente de artillería. Un nieto del teniente, Giles Aubry-Marais, de 65 años, también viajó a Perú para participar en el homenaje, pero tuvo que quedarse en Lima por un malestar de salud.
AFP
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