Error de identificación de dos de las cuatro fallecidas en accidente automovilístico se dio en proceso de preparación de féretros, indicó la morgue del Cusco.
Según esta oficina, la identificación de los cadáveres fue realizada de forma correcta por representantes del consulado de España y compañeros de los muertos, por lo que el error debió ocurrir durante el proceso de preparación de los féretros, que estuvo a cargo de la funeraria Agustín Merino.
Sin embargo, un representante de la funeraria deslindó responsabilidades al ser consultado por Efe y señaló que sus trabajadores se basaron en la identificación del Ministerio Público.
La preparación de los cuerpos "se hace uno por uno y con la identificación dada, no hay posibilidad de error", enfatizó el representante de la funeraria.
El error en la identificación de los cadáveres de la madrileña Lidia Monjas y de la valenciana María José Such fue descubierto por sus familiares al recibir los féretros en España.
Tras conocerse el hecho, el Ministerio de Asuntos Exteriores español informó de que el error se dio en la "primera fase de manipulación en la morgue de Cuzco", lo que originó que el féretro con el cuerpo de la valenciana llegara a Alcorcón (Madrid) y viceversa.
El domingo, tras la intervención de las autoridades españolas y los exámenes correspondientes, los cuerpos de las víctimas fueron entregados a sus familiares.
Por otra parte, fuentes médicas de Cuzco informaron hoy de que tres de los cinco españoles que también resultaron heridos en el accidente del pasado martes abandonaron las salas de cuidados intensivos y continúan con su recuperación.
El director de la clínica San José, Alcides Vargas, afirmó a Efe que los tres pacientes que estaban en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) pasaron a planta, pues "ya se han hecho todas las operaciones (pendientes)" y están "fuera totalmente de peligro".
María Dolores Sánchez y Sergio Serra, ambos con politraumatismos internos a nivel torácico y abdominal, estaban en la UCI de la clínica San José, mientras que Alan Sandoja, el más grave por presentar un traumatismo craneoencefálico severo, estaba en la clínica Pardo, que pertenece a la misma organización médica.
Sandoja fue operado el fin de semana para reparar una fractura y desde ese día está en planta, señaló una fuente de la clínica Pardo.
Las otras dos españolas heridas, que no necesitaron ser internadas en la UCI, también fueron operadas el fin de semana. En el caso de Marta Díaz de una fractura en la clavícula, y de Silvia Albert, de las heridas en una muñeca.
Los españoles voluntarios de un programa de ayuda para pobladores necesitados viajaban hacia la ciudad del Cuzco cuando la camioneta que los llevaba cayó por un precipicio.
El grupo colaboraba con una asociación local llamada "Señor de Huanca" en un proyecto de asistencia a la comunidad rural de Qenco, ubicada a unos 30 kilómetros de Cuzco, en el sureste de Perú.
EFE
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