Casi todas las áreas despobladas y parte de las pobladas en el distrito cusqueño constituyen zonas de ocurrencia de algún fenómeno peligroso previo.
El distrito de Machu Picchu, en el Cusco, no cuenta con más espacios para uso urbano, debido a que casi todas las áreas despobladas y parte de las pobladas constituyen zonas de ocurrencia de algún fenómeno peligroso previo.
Según los geólogos Víctor Carlotto, José Cárdenas y Lionel Fidel Smoll, que estudiaron la zona, los fenómenos más frecuentes han sido los aluviones y los derrumbes, sobre todo en las quebradas Aguas Calientes y Alcamayo.
Precisaron que la configuración urbana del poblado de Machu Picchu, conocido como Aguas Calientes, y el crecimiento urbano en zonas muy vulnerables representan un riesgo para la población, especialmente cuando no se aplica un plan de ordenamiento.
Recordaron, como ejemplo, que los daños causados por un aluvión en abril del 2004 estaban previstos en el plan de ordenamiento del año 2000, pero no se tomaron las acciones necesarias basadas en las propuestas dadas con anterioridad.
Los expertos recomendaron actualizar los mapas de peligro, principalmente los de evacuación, que incluya las zonas de seguridad y las rutas escape en casos de emergencias como aluviones.
De igual manera, delimitar la zona de crecimiento urbano mediante señalizaciones o enmallados, en una medida apoyada por normas restrictivas.
Consideraron que también se debe insistir en una campaña de información, capacitación y educación a la población sobre los peligros, vulnerabilidades, riesgos y medidas de prevención en Machu Picchu Pueblo.
Estas conclusiones y recomendaciones figuran en la investigación realizada por los tres especialistas, titulada "La geología en la conservación de Machu Picchu", publicada por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet).
La última emergencia presentada en la zona ocurrió a fines de enero, cuando un deslizamiento producto de las fuertes lluvias destruyó varios tramos de la línea ferroviaria, principal camino de acceso desde Cusco. Andina
Según los geólogos Víctor Carlotto, José Cárdenas y Lionel Fidel Smoll, que estudiaron la zona, los fenómenos más frecuentes han sido los aluviones y los derrumbes, sobre todo en las quebradas Aguas Calientes y Alcamayo.
Precisaron que la configuración urbana del poblado de Machu Picchu, conocido como Aguas Calientes, y el crecimiento urbano en zonas muy vulnerables representan un riesgo para la población, especialmente cuando no se aplica un plan de ordenamiento.
Recordaron, como ejemplo, que los daños causados por un aluvión en abril del 2004 estaban previstos en el plan de ordenamiento del año 2000, pero no se tomaron las acciones necesarias basadas en las propuestas dadas con anterioridad.
Los expertos recomendaron actualizar los mapas de peligro, principalmente los de evacuación, que incluya las zonas de seguridad y las rutas escape en casos de emergencias como aluviones.
De igual manera, delimitar la zona de crecimiento urbano mediante señalizaciones o enmallados, en una medida apoyada por normas restrictivas.
Consideraron que también se debe insistir en una campaña de información, capacitación y educación a la población sobre los peligros, vulnerabilidades, riesgos y medidas de prevención en Machu Picchu Pueblo.
Estas conclusiones y recomendaciones figuran en la investigación realizada por los tres especialistas, titulada "La geología en la conservación de Machu Picchu", publicada por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet).
La última emergencia presentada en la zona ocurrió a fines de enero, cuando un deslizamiento producto de las fuertes lluvias destruyó varios tramos de la línea ferroviaria, principal camino de acceso desde Cusco. Andina
Comparte esta noticia