Muchas mujeres ente niñas y madres de familia aprovechan las vacaciones escolares para la venta de la tuna.
La venta de la tuna en las localidades de la región Puno se inicia durante el mes de diciembre con mayor frecuencia, pues durante los últimos meses del año ese fruto, traído desde la región Moquegua, tiene gran demanda.
Las personas que ofrecen esta fruta son en mayoría mujeres entre niñas, adolescentes y madres de familia, quienes aprovechan las vacaciones escolares para vender tunas.
Sin embargo, esta labor es un tanto sacrificada pues las mujeres deben agarrar la fruta con la cáscara llena de espinas, que muchas veces, se quedan impregnadas en sus dedos.
María, una mujer de unos 30 años, que no quiere entrar en detalles al momento de dar su nombre completo, asegura que estas fechas son propicias para hacer su negocio eventual.
Sus dedos están llenos de espinas casi invisibles por la venta diaria. Dice que aprovecha la noche para quitárselas con unas pinzas, y otras veces, su esposo e hijos le ayudan.
En la ciudad de Juliaca, los mayoristas venden la caja, que contiene unas 180 unidades de tuna, entre 32 a 35 soles, según la oferta y la demanda.
Tras la adquisición, las vendedoras minoristas colocan el fruto sobre una carretilla que empujan desde el mercado Las Mercedes hasta otros centros de abastos. Y aprovechan el recorrido para la venta.
Ellas ofrecen tres tunas por un nuevo sol, o cada una a 50 céntimos. Si tienen suerte las frutas no llegarán aplastadas durante el camino, de lo contrario el precio disminuye o se las dan a comer a sus hijos.
Por: Paty Condori Huanca
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