El evento inicia con cuatro intervenciones urbanas en las que artistas de Argentina, Cuba, Chile y Perú reinterpretan tradicionales espacios del casco histórico.
La Gran Semana de Lima, que acerca la cultura y los espectáculos al centro de la capital peruana, inicia con cuatro intervenciones urbanas en las que artistas de Argentina, Cuba, Chile y Perú reinterpretan tradicionales espacios del casco histórico.
Bajo el nombre de "Centro abierto. Intervenciones de sitio específico en el centro histórico de Lima" los artistas han trabajado en dos históricas fachadas de dos populares edificios, además de una plaza con reciente y trágica historia y la transitada Plaza San Martín.
El objetivo de las cuatro propuestas es modificar la relación entre la arquitectura de la ciudad y sus habitantes.
Una de las intervenciones más llamativas es la de la chilena Francisca Sánchez, que rodeó de andamios la imponente estatua central de la Plaza San Martín, que representa al libertador a caballo.
La idea surge, según explicó Sánchez a Efe, de observar las dimensiones de la escultura, que subida a un pedestal alcanza los 16 metros, y darse cuenta de que lo único que los transeúntes ven de ella es "la panza del caballo y la suela de los zapatos" de San Martín.
"Ahí nació la curiosidad por saber cómo era (la estatua), y de pensar en una escalera se pasó a transformar la plaza en una terraza de nueve metros de altura", recuerda Sánchez.
Finalmente, y tras cuatro días de trabajo, se logró el objetivo: rodear la escultura de San Martín con un gran andamiaje que permite a los ciudadanos, en palabras de la propia Sánchez, "compartir un espacio a la misma altura con el monumento".
En uno de los laterales de la misma plaza se presenta a los transeúntes la instalación de la peruana Sandra Nakamura y que, bajo el título "La foto salió movida", también coincide en su intención de variar el punto de vista del paseante del centro de Lima.
En este caso, su propuesta consiste en empapelar el teatro Colón, inaugurado en 1914 y que también albergó desde los años 1920 funciones de cine, con un mosaico de cuadrículas de papel que forman una gran fotografía del interior del teatro.
La intervención de la peruana busca crear la ilusión de que la fachada desaparece, sacando a relucir el interior de un teatro que se encuentra clausurado desde el año 2000, tras un breve y final periodo como sala de cine pornográfico.
Otra de las instalaciones de "Casco abierto" ha sido bautizada "Orden público" y es obra del cubano James Bonachea.
La propuesta del cubano consiste en situar luces giratorias de emergencia en el perímetro del parque.
Por último, la cuarta intervención corresponde al argentino Fabián Nonino, quien ha utilizado la fachada del edificio de la Compañía Peruana de Teléfonos para instalar una gran pantalla donde cualquier persona podrá situar una imagen captada por su propio teléfono celular.
Para ello, solo tendrá que captar la imagen con su terminal y enviarla a través de un mensaje.
"Centro abierto", que está organizado por el Museo de Arte de Lima, la Fundación Telefónica y Alta Tecnología Andina-ATA, mantendrá las intervenciones en el centro histórico de Lima hasta el próximo 1 de noviembre.
La Gran Semana de Lima alberga hasta ese mismo día exposiciones, conciertos y ferias gastronómicas en varios emplazamientos del centro histórico de la capital peruana, que las autoridades municipales tratan de rescatar de la depresión y el olvido.
EFE
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