La procesión del Señor de los Temblores es la máxima expresión de fe de los cusqueños, donde un Cristo con facciones indígenas recorre las calles de su pueblo.
Las celebraciones de Semana Santa en las regiones del Perú se caracterizan por una singular mezcla de religiosidad popular y cultura, cada una de las regiones expresa a través de diversas manifestaciones, tradiciones heredadas durante décadas.
En el Cusco, esa profunda fe se vive aún con mucho fervor en los corazones de los moradores, por eso resulta interesante participar de las actividades como la procesión del “Taytacha de los Temblores” el Lunes Santo, después de la bendición del Domingo de Ramos, en el atrio de la Basílica Catedral. Se estima que en esta muestra de fe asisten más de 100 mil personas aproximadamente.
El “Taytacha de los Temblores” o Señor de los Temblores, es un Cristo crucificado de color cobrizo con facciones indígenas, cuyo cuerpo yace lánguido en una cruz. Quien lo ve siente en su pecho la plena identificación con un Jesús Andino.
Los fieles lo acompañan durante seis horas en su recorrido por la Plaza de Armas del Cusco y calles adyacentes. La parte culminante comienza cuando la santa efigie, en los hombros de las cuadrillas de cargadores, otorga la bendición a los asistentes. En medio de la luz tenue se puede observar feligreses de rodillas y rostros de mujeres por donde surcan gruesas lágrimas pidiendo perdón.
Hoy en día al terminar la procesión del Cristo Moreno, las familias se retiran pacíficamente hacia sus viviendas. En los años de 1910 y 1920, en la Ciudad Imperial,era costumbre apedrear la vivienda de un ciudadano o una autoridad como una forma de sancionar un acto inmoral o castigar deberes incumplidos.
Recordemos que Luis E. Valcárcel, en su libro “Memorias" nos relata..."Entre el miércoles, el jueves y el viernes Santo se realizaban actos importantes como La Reseña, una ceremonia de raigambre colonial, que consistía en que los canónicos se tendían de cara en el piso de la Catedral orando a Dios por el perdón de sus pecados".
"El Jueves Santo, las autoridades como el prefecto del Cusco, el presidente de la Corte Superior de Justicia, el alcalde y otros llevaban en procesión el Santo Sacramento, en custodia de oro de la Catedral a la iglesia vecina del Sagrario, aquí guardaba las llaves el prefecto y quedaba hasta el Sábado de Gloria, en que regresaba a la Catedral.
El mismo Jueves Santo se realizaba el lavado de los pies a doce mendigos de parte del obispo del Cusco y en horas de la noche se visitaba siete iglesias; hoy en día, estas dos costumbres continúan practicándose, solo se cambiaron a los indigentes por 12 ancianos.
Finalmente, el Viernes Santo se realiza la procesión del Señor del Santo Sepulcro que sale del templo de La Merced,y la Virgen de la Dolorosa, como en antaño.
Los 12 platos en el distrito de Sayllapata en Paucartambo
Los doce platos que preparan las matronas en el Cusco aluden a los doce discípulos de Cristo. Para efectos de nuestra crónica, buscamos el testimonio de una pobladora en el distrito de Sayllapata, provincia de Paucartambo.
Teresa Anco Sullca nos cuenta que de los 12 platos que se preparaban en su pueblo, la mayoría eran sopas hechas en base a productos andinos. Entre estas menciona la sopa de k’irku, preparada con tarwi, queso, leche, huevos y llullucha (algas en forma de bolitas color verdosos que se sacab de las lagunas de dicha localidad). Otras sopas eran la de lisas o papas lisas; la de calabaza; la sopa de huevo, donde se colocaban huevos enteros de gallina de corral, papas amarillas y leche.
También en esta lista se consignaba la famosa Q’olla Lawa (o crema de maíz de choclo tierno) y la oca lawa o sopa de ocas, en caso de que no se cocinara la sopa de calabaza.
Debemos precisar, que ninguna de las sopas llevaba carnes rojas porque se suponía que la población estaba en abstinencia.
Un plato que se acoplaba a la mesa, en esta fecha, eran el choclo con la papa sancochada. Se indica que las papas que se utilizaban para este caso, eran seleccionada especialmente de la primera cosecha de la chacra y se denominaba Sunch’u.
Entre los postres que se preparaban en el pueblo de la señora Teresa Anco se menciona el guisado (dulce de durazno, preparado con chancaca y canela), la mazamorra de maíz blanco seco o más conocido como Api, el arroz con leche y el chocolate. Todos estos alimentos al final eran acompañados con empanadas dulces, el pan torta o de Jurk’a y los maicillos, que son una especie de pastelillos en base a fécula de maíz.
Ayuda a Cristo:Los tres azotes
Hasta hace algunos años era costumbre que los hijos ayudaran a Cristo el Viernes Santo, para eso las abuelas, llamaban a sus nietos y a sus hijos menores para darles tres azotes en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, frente a un crucifijo, por sus pecados. Hoy en dia, esta práctica ya fue desterrada.
La iglesia católica a través de sus diversas parroquias, hoy en día impulsa el Vía Crucis en medio de cánticos y rezos desde la Plaza de Armas del Cusco hasta la explanada de Sacsahuamán.
Por: Adelayda Letona
Lea más noticias de la región Cusco
Comparte esta noticia