Por decisión de la Asamblea General de la ONU el 3 de mayo se celebra el Día de la libertad de prensa. La decisión fue tomada en 1993, a poco de terminada la guerra fría, cuando se podía creer que entrábamos a un período histórico más apaciguado y menos ideologizado.
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Por decisión de la Asamblea General de la ONU el 3 de mayo se celebra el Día de la libertad de prensa. La decisión fue tomada en 1993, a poco de terminada la guerra fría, cuando se podía creer que entrábamos a un período histórico más apaciguado y menos ideologizado. Sin embargo, las guerras que se han producido desde entonces nos remiten a una realidad cruda, que nos recuerda una vieja afirmación de Herodoto, el padre de la Historia: "La guerra es el estado natural de relación entre las naciones. La paz es un período intermedio entre guerra y guerra".
A la violencia de los nacionalismos y los fanatismos, se añade un factor nuevo que ha dado lugar a la divisa de la conmemoración de este año: "El periodismo bajo asedio digital". La rapidez de las informaciones que circulan en redes sociales y la falta de control sobre su veracidad constituyen un desafío a los medios de prensa comprometidos con los principios de respeto al pluralismo, a la verificación de fuentes y a la imparcialidad.
Pero además de los desafíos globales, la prensa en nuestro país vive las consecuencias de un gobierno que dificulta, maltrata y desacredita el desempeño de los periodistas. El ideario de Perú Libre es claro en su propuesta leninista de partido único y de una prensa sometida a "la defensa de los intereses de clase" se los sectores populares.
El cerronismo tiene mucho que ocultar, como lo evidencian los indicios de corrupción en las más altas esferas del Estado. Pero, como subraya el jurista Andrés Calderón, tan grave como la amenaza política es la pérdida de confianza de los ciudadanos. Somos el país con menos confianza en los partidos y en el Congreso, pero también la desconfianza interpersonal figura entre las más graves de la región. Solo hay una solución: hacer nuestro trabajo cada día lo mejor posible y recordar que la aspiración a la verdad seguirá siendo una demanda natural de la condición humana.
Las cosas como son
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