Sólo se salvaron 300 personas que corrieron al estadio y el cementerio y los niños que asistieron al circo llamado Verolina. En menos de un minuto murieron más de 80 mil personas
Fue un 31 de mayo de 1970, cuando el Perú tenía sus ojos y emociones en el partido de fútbol que la selección peruana disputaba contra Bulgaria en el Mundial México 70. Sin embargó, un severo terremoto de 8 grados de magnitud rompería la tranquilidad del pueblo de Yungay.
Por efectos del fuerte movimiento, rocas y gigantescos pedazos de hielo se desprendieron desde el nevado del Huascarán a una velocidad de 200 kilómetros por hora, borrando del mapa las casas y sueños de más de 80 mil pobladores.
En menos de un minuto solo sobrevivieron 300 personas, unas cuantas edificaciones y cuatro palmeras de la Plaza de Armas como mudos testigos del peor desastre natural en Sudamérica.
Sólo se salvaron quienes corrieron hacia el estadio y el cementerio de la ciudad, una antigua fortaleza pre inca. Tambien salvaron sus vidas los niños que asistieron a un circo llamado Verolina. Todos esos lugares eran los únicos puntos más seguros de la ciudad desaparecida.
La tragedia motivó la solidaridad de diversos países y Huaraz recibió el nombre de "Capital de la Amistad Internacional".
Dos años después de la tragedia, en 1972 se creó el Sistema de Defensa Civil que posteriormente se convirtió en el actual Sistema Nacional de Defensa Civil.
Han pasado 33 años y solop queda la huella imborrable de la tragedia. Diversas actividades se recordación se realizan año a año, como romerías y colocación de arreglos florales en el cementerio general de Huaraz.
Asimismo, se izan junto al pabellón nacional, las banderas de los países que se solidarizaron con los sobrevivientes de la tragedia.
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