Pese a las inclemencias del tiempo, la feligresía contumacina se mantiene firme.
Pese a las inclemencias naturales, la fe religiosa se mantiene en la provincia cajamarquina de Contumazá, la feligresía renueva su fe mediante un recorrido por todas las calles de la ciudad que culmina en el cementerio.
En Contumazá hay siete imágenes, una para cada día, que salen en procesión tras las actividades preparadas por sus propias hermandades.
En estas muestras de fe religiosa, los penitentes recorren las calles con barretas en los pies para que sus pecados les sean perdonados. Otra de las muestras de arrepentimiento religioso se da a través de los tradicionales esclavos quienes lucen túnicas blancas con capuchas que cubren sus rostros y están prestos a pasear la sagrada imagen por las principales calles de la ciudad.
Los esclavos, para soportar los más de 400 kilos que deben cargar por calles empinadas, se colocan en el abdomen una soga, hecha con las cerdas de caballo, para evitar alguna hernia o problemas con la columna.
En medio de esta celebración no faltan los platos típicos como la 'Sopa Teológica', preparada a base de pan con pollo deshilachado, enriquecida con huevo y como postre se come el quesillo con miel de caña que deleita a más de un exigente paladar.
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