Peleas callejeras, asaltos y locales nocturnos que no respetan la ley afectan el turismo, centros educativos y el bienestar de los vecinos.
A unos metros de la plaza mayor de Cusco, hay un conjunto de calles admiradas por su monumentalidad y belleza que se han convertido en peligrosas por la delincuencia y el consumo de alcohol y drogas.
Se trata de las calles Suecia, Huaynapata, Resbalosa y Qori Calle que representan sectores de paso obligado para todos los turistas.
La calle Suecia alberga al menos 14 locales nocturnos entre bares, discotecas y karaokes, los cuales funcionan al margen de la ley, según los vecinos.
Delincuencia. María Dolores Vargas, presidenta de la junta vecinal del barrio de San Cristóbal, dijo que a partir de las 5 de la tarde, esta calle se convierte en guarida de personas de mal vivir. “Se drogan, toman, se exceden y luego pelean, orinan en plena vía pública”, explicó.
Las evidencias mostradas por los vecinos, son sus propios muros y veredas empedradas que lucen con restos fecales, sangre, botellas rotas, basura y hasta prendas de vestir desperdigadas en techos de las viviendas, aparentemente producto de asaltos.
Aseguran que la falta de policías pone en riesgo la integridad de los transeúntes. “Aquí ya han ocurrido asesinatos, violaciones, algunas personas lanzan piedras a los postes de luz y rompen a propósito los focos”, lamentaron.
Escolares en peligro. Cerca de esos locales hay centros educativos de nivel inicial, primaria y secundaria. Olivia Ramos, directora del Jardín Niño de San Cristóbal, tuvo que priorizar la colocación de rejas para evitar que personas se droguen en la puerta de su institución.
Por su parte Pedro Céspedes, director del colegio San Borja, mostró su preocupación por la presencia de individuos que expenden drogas y atemorizan a sus estudiantes durante la hora de ingreso, puesto que los locales nocturnos abren desde las 5 de la tarde hasta las 7 de la mañana.
Lo mismo dijo Leopoldo Falcón, director del Colegio Salecianos, quien advirtió que el sonido procedente de los locales nocturnos llega hasta su institución, también los olores fétidos y personas en estado de ebriedad ponen en riesgo la integridad de los alumnos.
A esto se suma la presencia de jóvenes, aparentemente menores de edad, que en estado etílico protagonizan peleas callejeras. Los vecinos aseguraron que en las discotecas permiten la atención a menores de edad.
Peligro para turistas. El hecho de ser centro histórico, declarado patrimonio cultural, congrega a cientos de turistas ansiosos de conocer más de Cusco, pero la inseguridad también afectaría el comercio.
En el caso de hoteles, los propietarios aseguraron que, por seguridad, deben cerrar sus negocios a las ocho de la noche, los huéspedes deben tocar la puerta para ingresar y esperar en la calle, propensos a sufrir asaltos. Algunos incluso prefieren ya no llegar a esos lugares.
Solicitan atención. Los representantes de instituciones educativas y dirigentes vecinales, dijeron que en más de una ocasión solicitaron a la Municipalidad de Cusco, la clausura de los locales nocturnos y presencia policial para prevenir actos delincuenciales.
Prueba de ello poseen decenas de memoriales, solicitudes, documentos alcanzados a las autoridades. “Nos responden, están dos o tres días cuidando y luego es como si no pasara nada, los locales siguen abiertos y nosotros seguimos inseguros”, comentaron.
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