Defensa del Consorcio Machu Picchu Pueblo, representado por el estudio de Lourdes Flores Nano, sostiene como defensa practica colusoria vertical.
El próximo miércoles, los jueces de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, determinarán si conceden o declaran improcedente la acción de amparo interpuesta por el Consorcio Machu Picchu Pueblo, con el fin de que doce nuevos buses puedan operan en la ruta Hiram Bingham.
Cabe señalar, que desde 1995, el consorcio Consettur constituido por varias compañias, entre las que se halla la Empresa Municipal de Transporte Turístico (Tramusa), opera de manera “exclusiva” en la vía que traslada turistas nacionales y extranjeros, desde el pueblo hasta la ciudad inca.
El consorcio Consettur representado por el abogado, Aníbal Quíroga, basó su defensa en la presentación de los alegatos, señalando que la jueza del distrito de Santiago, Bony Gamarra Flores, admitió una medida cautelar, aceptando el ingreso de los nuevos buses, a pesar de que no tenía competencia.
Por su parte, la defensa del Consorcio Machu Picchu Pueblo, precisó que la demanda que presentaron “cuestiona” la práctica colusoria vertical, pues, manifiesta que el Estado, representado por la municipalidad distrital de Machu Picchu, al aceptar la concesión, consintió el monopolio, en la ruta, y más siendo un accionista, por lo que se constituye en juez y parte del conflicto.
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