Hina Ito, la reina de la marinera de la filial de Nagoya, tiene el alma de una peruana y sueña en competir en una edición en el Gran Chimú de Trujillo.
Hina Ito acaba de arribar a tierras trujillanas como reina de la marinera de Nagoya, la cuarta ciudad más grande de Japón, una de las 36 filiales internacionales del Club Libertad, la institución privada que organiza la competencia del baile.
Tiene 25 años y un grado bachiller en Lenguas Extranjeras con especialidad en Español y un sueño por cumplir. Tiene corona y trono pero aún siente un vacío: anhela salir a la pista de baile, competir algún día en una categoría y obtener un galardón en Trujillo, la ciudad donde se organiza el concurso nacional y mundial.
Antes de salir del hotel, se ciñe un kimono y una falda. Bon Odori y Marinera. Dos culturas en una. Y se dirige hacia al exterior del coliseo Gran Chimú, donde se desarrolla la competencia.
"Conocí el hermoso baile de la marinera cuando estuve en la Universidad La Católica en Lima durante un intercambio (académico), y cuando volví a Japón me encontré con los compañeros de la filial Nagoya. Luego, empecé a practicarla. Me encanta el ritmo y la técnica, aunque me pongo muy nerviosa al aprenderla", confiesa a RPP Noticias rodeada de gente que observa su demostración.
En la tierra del Sol Naciente, dedica su tiempo a ensayar, descalza y con rigor, a tal punto de que un día sus pies sangraron, aunque no pasó a mayores. El zapateo fue el paso que más le costó aprender en la academia que dirige una trujillana de ascendencia japonesa, Rosa Esperanza Orbegozo, quien acompaña a Hina en Trujillo y la ayuda en la traducción.
"En Japón no existen danzas que exijan tanto movimiento rítmico como la marinera por eso me costó mucho. La marinera que más me gusta es Nadie como tú", manifiesta Hina Ito.
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