Una vecina subió su video a la redes sociales y se hizo viral. Ahora él aconseja no dejarse abatir por los problemas y superarlos con la música.
Su imponente melodía con letras de antaño como “Una lágrima en tu mejilla” del grupo Los Iracundos, suena todas las mañanas por las calles de diferentes urbanizaciones del distrito de Trujillo, en La Libertad. Al escucharlo más de uno se asoma por la ventana y tararea sus canciones. Se trata de Ángel Ávalos, ahora bautizado como “el ruiseñor de Trujillo”, quién se hizo conocido al aparecen en un video que alguién se animó a subir a las redes sociales.
Ávalos es contador de profesión, pero no lo ejerce y vive de trabajos eventuales. El canto es una de sus grandes pasiones, así como el fútbol. Natural de Chimbote, comentó a RPP que la música la lleva en las venas, no en vano tiene una voz imponente capaz de cautivar a quién lo escucha por primera vez, cual despertador en las mañanas.
“Se me ha hecho una costumbre venir cantando por las calles para desestresarme un poco, a la gente le gusta también cuando canto, en las calles me dicen que les gusta mi voz”, comenta el cantante errante.
Ángel se define como un tipo alegre, extrovertido y carismático. Por eso le recomienda a la gente no dejarse abatir por los problemas, que si bien son múltiples, es mejor liberarse y que mejor hacerlo con una canción.
“No es necesario saber de música para mantener un espíritu jovial. Yo les recomiendo mirar con optimismo la vida y despertar de buen humor”, recomienda Ávalos.
Pero no solo las baladas y boleros son los géneros que interpreta este cantante, los valses y salsas no le son ajenas, por ello en cada reunión familiar, es quien pone la cuota musical y alegra el ambiente.
“A mi edad ya no sueño con ser cantante profesional, pero me gusta cantar, me dedico a la música y siempre me contratan para alegrar algún acontecimiento como solista”, señala el ‘ruiseñor’.
Ángel Ávalos se despide regalándonos otra canción, pero asegura que mientras tenga salud, lo seguiremos escuchando por las calles de urbanizaciones como San Andrés, El Recreo, La Merced y otras, por donde pasa casi a diario para dirigese a reliazar un trabajo eventual.
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