Ingeniero Forestal Alejandro Gómez Silvera sostiene que, árbol nacional del Perú es patrimonio natural, cultural, histórico y medicinal debe ser revalorado.
De las 27 especies de Quina, también conocida como Cascarilla, cinco se encuentran en habitad natural en las 18 mil hectáreas que comprenden los bosques de neblina Upaypitep, Palpiteq, Hualte, Huacapampa y Pandachi localizados en el distrito de Kañaris, territorio altoandino de la provincia de Ferreñafe.
El ingeniero forestal Alejandro Gómez Silvera explicó a RPP Noticias que la Quina o cascarilla negra, roja, amarilla y blanca se encuentran en regeneración natural en este territorio y siendo parte de la familia de rubiaceae (Cinchona), al igual que el noni y el café.
Remarca que su germinación se concreta en alrededor de un mes, porque requiere de este microclima especial para surgir de una semilla alada (forma de ala) y llegar a crecer entre 20 a 25 metros de altura.
Tala indiscriminada
“Esta especie que fue incorporada al escudo nacional en 1825, tras un concurso realizado por el libertador Simón Bolívar para representar la diversidad botánica peruana, viene desapareciendo por el avance incontenible de la tala indiscrimanda y desconocimiento de cómo tratar la semilla” indica Gómez con preocupación.
El especialista remarca que resulta incomprensible que no exista ningún vivero de algún municipio o gobierno regional para fines de restauración de bosques de entre 500 y 2900 m.s.m. donde se desarrolla la Quina, afirma Gómez.
Alejandro Gómez Silvera lleva quince años realizando estudios de la especie en diferentes zonas del Perú y considera debe otorgársele su verdadero sitial de cara al bicentenario como un verdadero motivo de identidad.
Gómez hoy participa del proyecto del Instituto Nacional de Innovacion Agraria (INIA), estación Vista Florida, “Manejo de la restauración del último y más grande bosque de neblina, habitad de la Quina en Kañaris” donde cuentan con una parcela de 50 hectáreas y sueña que muchos peruanos lleguen a conocer.
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