Familia se dedicaba a la confección de ropa deportiva, pero paralización del sector casi los lleva a la quiebra. Hoy ofertan materiales de protección para niños y también adultos.
La familia Arenas Chapoñan, de la ciudad de Lambayeque, decidió reinventarse en este tiempo de cuarentena, y para no fracasar en su pequeño negocio decidió confeccionar trajes para proteger a los niños del nuevo coronavirus.
Ellos se dedicaban a la elaboración de trajes deportivos y escolares, pero ante la suspensión de labores en los colegios se quedaron con todos los insumos estancados. Mercadería paralizada que bordeaba los 50 mil soles.
Aplicando sus conocimientos en la confección, toda la familia (hijos, hermanos y sobrinos) empezaron a elaborar mamelucos impermeables, lavables y reutilizables para niños, pero también para adultos. En poco tiempo los productos empezaron a venderse al por mayor en diferentes tallas y colores.
“La empresa se adaptó de acuerdo al tiempo y la pandemia, decidimos también hacer mascarillas de tres capas impermeables por donde no pasa el agua. Ahora tenemos mamelucos, trajes de protección de una tela fresca que se puede usar día entero. No quema. No hace sudar. Estamos haciendo para niños porque los padres los quieren sacar. Gracias a Dios hay trabajo”, indicó Julián Arena Sánchez.
También se han animado a elaborar capuchas ninja, mascarillas de diferentes colores, con diseños personalizados y protectores faciales con mica de diferente calidad.
Según refieren, en las últimas semanas se han incrementado los pedidos por parte de trabajadores de los molinos, piladoras de arroz, clínicas, agencias bancarias; incluso venden a otros comerciantes que revenden al menudeo en los mercados.
“Hasta 500 mascarillas al día elaboramos. De esta forma, ayudamos a generar ingreso a los demás comerciantes que la están pasando mal por esta pandemia”, agregó Arena Sánchez.
La empresa familiar ha duplicado sus esfuerzos. En tiempos de emergencia y en etapa de confinamiento todos decidieron mirar este problema como oportunidad.
En Lambayeque hay cerca de 15 mil microempresarios y se calcula que el 30% de ellos ha decidido reinventarse y mutar a otro rubro, según el presidente de la Cámara de Comercio y Producción de esta región, Carlos Burgos. Además, se estima que unos 400 emprendedores se dedican al sector textil.
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