Tres de cada cuatro mujeres trabajan en la informalidad, por lo que las políticas públicas para disminuir la brecha de género laboral son insuficientes.
El Perú tiene una amplia brecha de genero en el sector laboral. Ocupa el último puesto en América Latina en cuanto a participación femenina en áreas de investigación y desarrollo; donde solo el 31.9% de investigadoras son mujeres. Lo mismo sucede en el área de la tecnología, donde las mujeres solo ocupan el 10%.
“Hay niñas que tienen las mismas notas que los niños y podrían escoger cualquier carrera, pero el hecho de que muchas más empiecen a escoger disciplinas que ‘las mujeres estudian’ —porque no tienen que ir al campo o a la mina, subir a una nave o estar solas— hace que las niñas que eran buenas en ciencias se vayan desanimando”, explica Fabiola León - Velarde, presidenta del Consejo Nacional de ciencia y Tecnología (Concytec).
Segregación de profesiones
Actualmente, hay una idea de que ciertas carreras son más para mujeres en el Perú y, en efecto, un porcentaje mayoritario de mujeres las estudian; por ejemplo, educación o enfermería. La carrera de educación, según el Ministerio de Trabajo, está entre las peores pagadas, con un sueldo promedio de 1500 soles para las jóvenes, explicó Omar Mariluz en el II foro Mujeres de Cambio organizado por RPP.
“Existe una segregación de profesiones, hay carreras altamente feminizadas y otras altamente masculinizadas. Pero, la segregación por si misma no debería generar un impacto económico. El problema es que donde hay una concentración de mujeres, hay menor valoración económica que en las ocupaciones masculinizadas. Entonces, a este problema de segregación se añada el de la valorización que le da la sociedad y el mercado, ahí se comienzan a formar las brechas salariales”, explicó Marlene Molero, abogada especialista en derecho laboral y género.
Carreras que tienen mucho futuro como las de programación, tecnología, entre otras, están altamente masculinizadas. La brecha es todavía muy grande en estos ámbitos: 1 de cada 10 profesionales en el sector son mujeres. Según explicó Claudia Márquez, Directora de Tecnología de Caleidos, esta es una industria en crecimiento por la transformación digital y sería un gran espacio para que mujeres se desarrollen profesionalmente.
La informalidad
Otro de los problemas que afecta a las mujeres en el trabajo es la informalidad. En los últimos años, se han creado políticas públicas para disminuir la brecha laboral – como la Ley de Igualdad Salarial -. Sin embargo, tres de cada cuatro mujeres trabajan en condiciones informales, por lo que estás políticas son insuficientes.
La brecha salarial entre hombres y mujeres en el ámbito informal es mucho más grande que en la formalidad. Mientras la diferencia en el sector formal es entre 15% y 16%, en el sector informal llega al doble. Según un informe del Ministerio de Trabajo (MTPE), las trabajadoras informales tienen un promedio salarial de 715 soles, mientras el sueldo mínimo vital es de 930 soles.
Marlene Molero, que además es fundadora de GernderLab, cerró su participación en el foro Mujeres de Cambio haciendo énfasis en una cifra abrumadora: nos demoraremos 202 años cerrar la brecha de género en el trabajo. Ante esto, invitó a todos a pensar qué es lo que cada uno está haciendo – desde su posición – para mejorar esta situación.
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