Centenares de peregrinos caminan al encuentro con el Señor Cautivo de Ayabaca, algunos llevan entre dos a tres días y les falta aún unos tres a cuatro días de recorrido.
Por los márgenes de las carreteras de Piura que conducen a la provincia de Ayabaca se puede observar a centenares de peregrinos que desde diferentes puntos de esta región, y algunos incluso desde otras regiones, caminan para llegar a venerar al Señor Cautivo en su santuario que se ubica en el corazón de la provincia ayabaquina.
Los peregrinos que salieron desde los puntos más distantes como la provincia de Sechura y los distritos del Bajo Piura, llevan ya entre dos a tres días de caminata y a partir de ahora, ingresan a la parte más difícil de su peregrinación toda vez que tendrán que subir cerros y zonas agrestes para llegar hasta la capital de Ayabaca.
“Llevamos dos días de recorrido pero aún nos faltan cuatro días para llegar hasta Ayabaca y poder estar frente al Cautivo para agradecerle y cumplirle nuestra promesa de sacrificio”, cuenta a RPP Noticias, José Luis Yovera Espinoza, líder de la hermandad de 125 peregrinos que desde el distrito de La Arena caminan hacia Ayabaca.
Todos llevan sobre sus hombros una promesa y una misión, todos ofrecen su sacrificio al Señor Cautivo esperando que el escuche sus plegarias y les retribuya en salud para ellos o su familia.
En el camino, mujeres de como señora Susana Moscol Calderón de 65 años, sacan fuerzas de donde no las hay para seguir su recorrido. Ella camina desde La Unión para ofrecerle al Cautivo la salud de su hija de 39 años a quien le acaban de detectar cáncer de mama y quiere que el poder Divino del Cautivo la sane.
En el camino también son múltiples las historias de solidaridad. Muchos llegan a ofrecerles bebidas y comida a los peregrinos aun cuando no los conozcan pero con la intención de darles ánimos y cumplir también con alguna promesa hecha al Señor Cautivo, la imagen más venerada del norte del país y una de las más importantes de la iglesia católica en el Perú.
La devoción hacia el Cautivo es grande y tiene su auge el 12 y 13 de octubre, día central de la festividad, cuando Ayabaca luce abarrotada de visitantes llegados de todo el país. Allí las historias de fe conmueven y el sacrificio de los caminantes generar desgarradoras escenas, no en vano el Cautivo es denominado el “Rey de Los Peregrinos”.
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