Los asistentes guiados por los sacerdotes andinos quemaron ofrendas. Con las manos en alto recibieron los rayos del sol y pedieron por una buena cosecha.
La ciudad de Puno despertó al ritmo de Sikuris y zampoñas para recibir el Año Nuevo Andino, que se inició con un acto ritual de ofrenda a la Pachamama en el cerro Huajsapata.
Desde las 04:00 de la madrugada, la población se concentró en el cerro Huajsapata para recibir los primeros rayos solares y pedir por la prosperidad de sus faenas agrícolas y ganaderas. Los rayos del sol generaron un brillo dorado en las aguas del lago Titicaca.
Pese al intenso frío, los asistentes guiados por los sacerdotes andinos quemaron las ofrendas y levantaron sus manos para recibir los rayos del sol y pedir por una buena cosecha.
Como parte del Año Nuevo Andino, celebración que comienza con el solsticio de invierno, se realiza la escenificación de la salida de la pareja mítica de Manco Cápac y Mama Ocllo desde las islas florantes de los Uros. Estas fiestas están acompañadas de danzas y platos típicos.
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