Exministro de Justicia asegura que construir y mantener penales en las islas es muy costoso, además que solamente albergaría a pocos internos.
El exministro de Justicia, Aurelio Pastor, manifestó que la propuesta de reabrir el penal de El Frontón es inviable no solamente por su alto costo de reconstrucción, sino también por el mantenimiento, por lo que recomendó buscar otras opciones, como el de Challapalca, ubicado en la frontera de Puno con Tacna.
“Es absolutamente inviable. Es un proyecto caro construir penales en las islas, no es fácil trasladar el material, además de costosa, es carísimo el mantenimiento. Son lugares donde no hay agua potable. No creo que el INPE (Instituto Nacional Penitenciario) cuente con los presupuestos necesarios”, mencionó a RPP Noticias.
Dijo que cuando estuvo al frente de la cartera ministerial de Justicia en la última gestión aprista, un grupo de técnicos le explicó estos inconvenientes. Además, mencionó, El Frontón solamente albergaría entre 400 a 500 internos.
“Si lo que se trata de buscar es un penal de alta seguridad, donde los presos estén aislados de las comunicaciones, el más adecuado es del Challapalca”, agregó.
Como se recuerda, hace unos días se escaparon tres reos del mencionado centro penitenciario. “Seguramente porque tuvieron complicidad de alguien, no hay forma de escapar de ese penal. Está aislado. La población está a 10 kilómetros”, respondió Pastor.
El exparlamentario aprista señaló también que penales como el de Piedras Gordas, situados en la urbe, están recomendados para internos primarios. “Si a un interno joven, lo metes al Lurigancho, lo pierdes (…) No hay forma de recuperarlo después del horror que vive en los primeros días”, opinó.
“A estos que secuestran y matan, no hay forma de cambiarlos. Hay que enviarlos a un penal aislado en donde no tengan posibilidades de contactarse con alguien y no hagan daño”, agregó, mencionando también que a este tipo de cárceles deben ir los delincuentes que atentaron contra la vida de la hija del congresista Renzo Reggiardo.
Respecto a la adquisición de bloqueadores de señal de celular para evitar que los delincuentes sigan planeando sus fechorías desde las cárceles, manifestó que se debería de contratar a una empresa para que haga ese servicio, ya que comprar estos equipos demandará mucho dinero y después de unos seis meses quedarían obsoletos.
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