El ex subdirector de la DININ Jaime Castro considera que este hecho evidencia ´el trabajo que se viene haciendo para conocer las vulnerabilidades del Perú en materia militar´.
El ex subdirector de la Dirección Nacional de Inteligencia (DININ) Jaime Raúl Castro Contreras consideró como "un hecho que preocupa y alarma" la captura de un miembro de Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea que espiaba para Chile, debidos a la actual coyuntura entre ambas naciones.
"Es un hecho que preocupa y alarma al país por los efectos que no se dan en una coyuntura cualquiera. Se da en un momento en que el Perú tiene una demanda internacional por la reclamación de la frontera marítima, se da en un momento que Chile tiene todo un proceso de adquisición de armas, que se caracterizan por ser ofensivas", señaló el experto en RPP.
"Este caso de espionaje, que ya está confesado, no es sino una revelación del trabajo continuo que se viene haciendo para ver las vulnerabilidades que acusa el Perú en materia de su posición militar respecto a este tema", agregó.
El espía, identificado como Víctor Ariza Mendoza, realizaba labores de espionaje a favor de Chile y fue descubierto por un equipo de Inteligencia de la FAP, que lo venía siguiendo desde hacía seis semanas, y fue capturado justo cuando intentaba captar a otro suboficial de la Fuerza Aérea.
El militar prestó servicios en la Agregaduría Militar de la Embajada del Perú en Santiago, en el año 2003, y no se descarta que desde esa fecha se haya dedicado a vender información secreta. Por ese trabajo habría estado cobrando entre US$5,000 y US$8,000 mensuales a través de una agencia de envío de remesas.
"Es un hecho que preocupa y alarma al país por los efectos que no se dan en una coyuntura cualquiera. Se da en un momento en que el Perú tiene una demanda internacional por la reclamación de la frontera marítima, se da en un momento que Chile tiene todo un proceso de adquisición de armas, que se caracterizan por ser ofensivas", señaló el experto en RPP.
"Este caso de espionaje, que ya está confesado, no es sino una revelación del trabajo continuo que se viene haciendo para ver las vulnerabilidades que acusa el Perú en materia de su posición militar respecto a este tema", agregó.
El espía, identificado como Víctor Ariza Mendoza, realizaba labores de espionaje a favor de Chile y fue descubierto por un equipo de Inteligencia de la FAP, que lo venía siguiendo desde hacía seis semanas, y fue capturado justo cuando intentaba captar a otro suboficial de la Fuerza Aérea.
El militar prestó servicios en la Agregaduría Militar de la Embajada del Perú en Santiago, en el año 2003, y no se descarta que desde esa fecha se haya dedicado a vender información secreta. Por ese trabajo habría estado cobrando entre US$5,000 y US$8,000 mensuales a través de una agencia de envío de remesas.
Comparte esta noticia