La titular de Devida, Carmen Masías, advirtió que donde no se erradica el cultivo de coca no hay éxito, pero que tampoco lo hay donde no se sustituyen los cultivos.
La presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas de Perú (Devida), Carmen Masías, presentó este viernes en Washington la estrategia peruana antinarcóticos fundamentada en la erradicación de cultivos cocaleros y la progresiva sustitución de cultivos.
"No hay posibilidad de éxito si no se erradica el cultivo. En Perú tenemos catorce cuencas cocaleras" y en algunas de ellas, como la de San Martín, "hemos reducido el cultivo de 50.000 a 1.400 hectáreas. Un proceso que ha tardado 20 años, pero que ha sido completamente exitoso", afirmó Masías en una conferencia en el Centro para Estudios Internacionales Estratégicos (CSIS).
Masías subrayó que "allá donde no se erradica (el cultivo de coca) no hay éxito", pero que tampoco lo hay donde no se sustituyen los cultivos, y es que Perú es ya el segundo país productor de cocaína en el mundo (39 %) después de Colombia (42 %).
Según los datos proporcionados por la presidenta, Perú ha incrementado su inversión en estrategia antinarcóticos hasta llegar a los 223 millones de dólares en 2012, comparados con los 105,9 en 2010 o los 13,4 de 2002, que según explicó Macías, pertenecían enteramente a cooperación internacional.
"Solamente en este año tenemos el objetivo de reducir los cultivos en 14.000 hectáreas, un 40 por ciento más que el año pasado", dijo Macías, quien también resaltó el impacto de las políticas del presidente Ollanta Humala en la confiscación de insumos químicos.
"El presidente (Humala) acaba de declarar la guerra a la minería ilegal, y es importantísimo porque a través de ella se desvían muchos productos químicos destinados al narcotráfico", aseguró.
Captura de terrorista
Por otra parte, Masías hizo referencia al fuerte impacto de la detención el pasado febrero del "camarada Artemio", líder hasta ese momento del grupo terrorista Sendero Luminoso.
La presidenta de DEVIDA explicó que entonces el Gobierno peruano dotó a las familias que vivían en la zona donde éste operaba, de los recursos territoriales suficientes para rehacer su modo de vida.
"La lucha contra el narcotráfico no está aislada de los factores de inclusión. En este mismo sentido la infraestructura rural es importantísima", indicó.
Asimismo, Masías, que viajó esta semana a Washington para reforzar estrategias bilaterales en materia de antinarcóticos, hizo referencia a los grandes retos que en esta materia se plantea el país andino.
Según explicó, Perú no solo se ha convertido en el segundo exportador de cocaína (antes lo era Bolivia), sino que además se ha convertido en consumidor. Un aspecto sobre el que, dice, el país tiene grandes deficiencias".
"En Perú hay 700 camas (para la rehabilitación) para 100.000 adictos. Y no hay una sola destinada a mujeres", precisó.
EFE
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