Agricultoras arequipeñas no festejaron el Día de la Madre, pues se ocuparon de preparar la comida para sus compañeros de lucha, sitiados en el distrito de Cocachacra, en Islay.
Agricultoras arequipeñas esta vez no pudieron celebrar el Día de la Madre como acostumbran, en familia, pues se ocuparon de preparar una olla común para los manifestantes en contra del proyecto minero Tía María.
Ellas de esa forma quisieron aportar en la protesta que ya lleva más de 50 días.
En medio de arengas "agro sí, mina no", las mujeres acompañadas de sus hijas conversaron con el enviado especial de RPP Noticias, que recogió sus declaraciones en la vía que va camino al distrito de Cocachacra, en la provincia de Islay, pueblo que ha paralizado sus actividades para unirse a la protesta en contra de Tía María.
Nalya Apaza dijo sentirse triste e indignada por los muertos y heridos que ya se vienen registrando por las protesta. "No somos terroristas, somos gente que vive del agro. Estamos en contra de la mina porque lo que sembramos, lo comemos y vendemos", manifestó la mujer.
Por su parte doña Luisa, la encargada de preparar un potente pollo a la olla para sus compañeros de lucha, responsabilizó al Gobierno de la convulsión en Arequipa. "Todo esto pasa porque no nos quieren escuchar", afirmó.
CALMA EN COCACHACRA
Gerardo Reyna, enviado especial de RPP Noticias, hizo una caminata de cerca de una hora para poder llegar al corazón de Cocachacra, donde -dijo- no hay comercios abiertos ni funcionan los hospedajes.
Dio cuenta de calles desoladas pero en calma, pues una suerte de tregua se vive con motivo del Día de la Madre y es en la Plaza de Armas donde se preparó un agasajo a las mamás.
La carretera a Cocachara permanece bloqueada y luce el trayecto lleno de troncos, vidrios y piedras, y no hay presencia policial ni de las Fuerzas Armadas.
Solo hay permiso para el paso de algunos vehículos motorizados y los camiones que distribuyen la comida a los manifestantes.
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