El general en retiro, Roberto Chiabra, dijo que el Estado debe recuperar la confianza de los pobladores de la zona en conflicto, a fin de ganarle la guerra a la subversión.
El ex ministro de Defensa, Roberto Chiabra, propuso que el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén, lidere un equipo que permita fiscalizar la ejecución de todos los planes a ejecutarse en la zona (VRAE), "que sea el responsable político".
"Aquí el primer ministro debe liderarlo con un equipo que le permita fiscalizar la ejecución de todos los planes, un responsable político. Tendría ejecutantes en la zona. El como jefe del Gabinete podría obligar a los ministros que cumplan los planes programados", señaló en diálogo con RPP.
Si los remanentes de Sendero Luminoso (SL) acantonados en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) y el Huallaga, que abastecen con el 70 por ciento del clorhidrato de cocaína a los narcotraficantes, no significan una amenaza para el Estado, ¿qué cosa es una amenaza?, se preguntó el general en retiro.
Chiabra sostuvo que por necesidad los subversivos han variado su comportamiento con la población, en el sentido que, "antes ajusticiaban a las autoridades, se llevaban a los jóvenes y robaban, pero hoy tienen un mensaje de defensa de la hoja de coca".
Señaló que es prioritaria la recuperación del apoyo y confianza de los pobladores de la zona del VRAE, hecho que podría revertirse con una presencia más activa por parte del Estado.
"Este es un problema social porque las familias que viven en la zona sólo tienen una forma de sobrevivir, el narcotráfico. Si el plan VRAE contempla el componente social, que les dé la oportunidad de otro tipo de vida, no se incorporarán al narcotráfico", señaló.
Finalmente, lamentó que el Gobierno envíe a la zona en conflicto personal no preparado, con una capacidad logística ínfima, aspecto que pone a las fuerzas policiales y militares en desventaja.
"Les damos a los efectivos del Ejército el mínimo del apoyo logístico que las del adversario. Debemos darle el equipamiento requerido. Es una gran desventaja que el personal policial y militar no sea de la zona. No podemos, por enviar mayores efectivos, enviar gente que no tiene mayor preparación", manifestó.
"Aquí el primer ministro debe liderarlo con un equipo que le permita fiscalizar la ejecución de todos los planes, un responsable político. Tendría ejecutantes en la zona. El como jefe del Gabinete podría obligar a los ministros que cumplan los planes programados", señaló en diálogo con RPP.
Si los remanentes de Sendero Luminoso (SL) acantonados en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) y el Huallaga, que abastecen con el 70 por ciento del clorhidrato de cocaína a los narcotraficantes, no significan una amenaza para el Estado, ¿qué cosa es una amenaza?, se preguntó el general en retiro.
Chiabra sostuvo que por necesidad los subversivos han variado su comportamiento con la población, en el sentido que, "antes ajusticiaban a las autoridades, se llevaban a los jóvenes y robaban, pero hoy tienen un mensaje de defensa de la hoja de coca".
Señaló que es prioritaria la recuperación del apoyo y confianza de los pobladores de la zona del VRAE, hecho que podría revertirse con una presencia más activa por parte del Estado.
"Este es un problema social porque las familias que viven en la zona sólo tienen una forma de sobrevivir, el narcotráfico. Si el plan VRAE contempla el componente social, que les dé la oportunidad de otro tipo de vida, no se incorporarán al narcotráfico", señaló.
Finalmente, lamentó que el Gobierno envíe a la zona en conflicto personal no preparado, con una capacidad logística ínfima, aspecto que pone a las fuerzas policiales y militares en desventaja.
"Les damos a los efectivos del Ejército el mínimo del apoyo logístico que las del adversario. Debemos darle el equipamiento requerido. Es una gran desventaja que el personal policial y militar no sea de la zona. No podemos, por enviar mayores efectivos, enviar gente que no tiene mayor preparación", manifestó.
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