Un sector del Apra considera que la sanción contra el exministro "pone en riesgo la democracia interna del partido".
La fraternidad aprista es cada vez menos frecuente. El último 27 de enero, el Tribunal de Ética y Moral del partido anunció la suspensión de Enrique Cornejo. Las reacciones posteriores demuestran la profunda división dentro del Apra.
Cuando se le consultó por el motivo de esta sanción, el parlamentario Mauricio Mulder dijo que se debió a la responsabilidad política de Cornejo de haber nombrado funcionarios que hoy son investigados por la Fiscalía, acusados de haber recibido coimas de la constructora brasileña Odebrecht.
Todos para uno. Este jueves, 36 secretarios generales apristas distintos distritos de Lima denunciaron que la sanción contra Cornejo era ilegal por dos razones. La primera: según el Jurado Nacional de Elecciones, un partido no podrá iniciar un proceso disciplinario a ninguno de sus miembros durante un proceso electoral interno. Segundo: aseguran que la inscripción del Tribunal carece de validez para el JNE.
Otro detalles importante. Según un documento anexo al comunicado, Cornejo no fue suspendido por el caso Odebrecht, sino por sus declaraciones contra algunos funcionarios del Apra y por asegurar que el partido está manejado por una cúpula. “Es un atentado contra los principios e institucionalidad partidaria, toda vez que tiene como fin censurar la libertad de opinión de un compañero”, se lee en el pronunciamiento de los 36 dirigentes.
Una nueva cabeza. Enrique Cornejo no solo aspira a ser alcalde de Lima. También es uno de los principales candidatos a la Secretaría General del Apra, cargo que ocupa Omar Quesada. Luego de muchos retrasos, un plenario extraordinario decidirá este 11 de febrero una fecha definitiva para las elecciones internas.
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