La exdefensora del Pueblo consideró además que no es una buena política del gobierno interpretar que todo aquel que participa en un conflicto social es un adversario político.
La exdefensora del Pueblo Beatriz Merino consideró que no es una buena política del gobierno interpretar que todo aquel que participa en un conflicto social es un adversario político, y por ende, debe ser eliminado.
En diálogo con RPP Noticias, manifestó que el conflicto social debe entenderse como una controversia, la mayoría entre la población con el gobierno nacional, pero lo que está mal es la violencia.
Indicó que, según Defensoría del Pueblo, existen 243 conflictos en el país, 61% de los cuales son por motivos socioambientales que afectan la actividad minera de manera importante.
Merino sostuvo que el error del gobierno es centrar todo el problema de la conflictividad en una oficina, porque es un problema transversal del Estado que afecta a los tres niveles: regional, nacional y municipal.
Asimismo consideró que no es posible que todos los conflictos sean derivados a Lima para ser resueltos, sino que debe tratarse por funcionarios capacitados y bien pagados en el nivel que se forma, sea municipal o regional.
Coincidió que hay una fuerte corriente ‘antiinversión’ e ideológica, sin embargo, “debemos entender que no es buena política del gobierno el interpretar que todo aquel que participa de un conflicto es un adversario político y por ende debe ser eliminado”.
Advirtió además que es una ‘negligencia imperdonable de las autoridades’ que los conflictos lleguen a la violencia, porque en la actualidad existe información para prevenirlos.
Recomendó no usar tanto la palabra diálogo porque se corre el riesgo de desprestigiarla en beneficio de quienes quieren polarizar el lenguaje en los conflictos sociales.
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