Así lo afirmó el presidente del Consejo de Ministros ante la crisis que se vive tanto en Espinar como en Cajamarca por tema minero.
Hay un grupo de personas que quiere desestabilizar y detener el crecimiento económico de la nación, afirmó el presidente del Consejo de Ministros, Oscar Valdés, en referencia a las últimas protestas que se desarrollaron contra la actividades mineras en la provincia de Espinar (Cusco) y Cajamarca.
“Con esas personas no se puede dialogar, porque quieren entorpecer el desarrollo del país”, expresó.
Explicó que las denuncias contra quienes cometen actos de disturbio y vandalismo en los conflictos sociales se realizaron en el marco de la ley, por lo que rechazó que el Gobierno ejerza actitudes autoritarias.
Aseguró que la gestión del mandatario Ollanta Humala tiene la vocación de entablar el diálogo con todos los sectores para solucionar los pedidos de la población con el objetivo de prevenir y evitar más conflictos sociales.
Refirió que el Ejecutivo otorgó mayores competencias a los gobiernos locales y regionales, pero que la falta de capacidad de gestión impide que los recursos del Estado se utilicen en la ejecución de proyectos de inversión pública.
“Hay un grupo de personas que no les interesa el desarrollo. Empeora la situación que algunos presidentes regionales y alcaldes no sepan hacer gestión. Hemos trasladado muchísimas competencias, pero no hay capacidad de gestión. Nos cargamos todos los problemas encima y el dinero lo tienen allá”, sostuvo Valdés.
El titular del Consejo de Ministro anunció que continuarán el diálogo con las autoridades de Espinar a fin de dar pronta solución al conflicto ambiental en esa parte del país.
Advirtió que de acuerdo a informaciones que maneja el Ejecutivo, hay un sector de los manifestantes en Espinar que pretende fomentar un conflicto para perjudicar al proyecto Las Bambas, en Apurímac.
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