A través del Plan Tumi, material incautado por juicio a BTR, se informó sobre presuntos planes chilenos en Lima, informa la prensa.
El espionaje chileno en nuestro país no se limitó al accionar del suboficial FAP Víctor Ariza en Fuerza Aérea Peruana, informa la prensa nacional. La investigación a Business Track (BTR) por "chuponeo" reveló que los planes del vecino país incluían un centro de espionaje en el Callao.
La República informa que dentro de los archivos encontrados en los discos duros a los marinos de Business Track, se halló el "Plan Tumi", elaborado por la Dirección de Inteligencia de la Armada de Chile a inicios de 2004, con el objetivo de montar un puesto de escucha en Lima.
El Plan Tumi habría tenido como objetivo no solo a marinos o políticos peruanos, sino empresarios. Para ello era necesario instalar los equipos de escucha en una casa de seguridad o en el propio local de la sede diplomática chilena.
El medio revela que si los equipos de "chuponeo" eran colocados en el exterior de la embajada, el Plan Tumi contemplaba que los aparatos fueran ubicados en el Callao, al converger en esa localidad, elementos económicos y militares claves.
La idea chilena incluía también intervenir las transmisiones VHF y UHF efectuadas por el Centro de Comunicaciones de la Marina, ya que son difíciles de interceptar desde puestos aleados.
Según La República, dicha información fue dada a conocer por el capitán de Navío (r) Elías Ponce Feijóo al contralmirante AP Luis Chumbiauca Muñante, quien en ese entonces se desempeñaba como director de Inteligencia de la Marina.
Sin embargo, el alto oficial no consideró relevante la información, ya que según el medio eran conocidos como "inteligencia paralela". No obstante, el Plan Tumi sí habría llegado ser discutido en reuniones del Estado Mayor de la Marina.
La República informa que dentro de los archivos encontrados en los discos duros a los marinos de Business Track, se halló el "Plan Tumi", elaborado por la Dirección de Inteligencia de la Armada de Chile a inicios de 2004, con el objetivo de montar un puesto de escucha en Lima.
El Plan Tumi habría tenido como objetivo no solo a marinos o políticos peruanos, sino empresarios. Para ello era necesario instalar los equipos de escucha en una casa de seguridad o en el propio local de la sede diplomática chilena.
El medio revela que si los equipos de "chuponeo" eran colocados en el exterior de la embajada, el Plan Tumi contemplaba que los aparatos fueran ubicados en el Callao, al converger en esa localidad, elementos económicos y militares claves.
La idea chilena incluía también intervenir las transmisiones VHF y UHF efectuadas por el Centro de Comunicaciones de la Marina, ya que son difíciles de interceptar desde puestos aleados.
Según La República, dicha información fue dada a conocer por el capitán de Navío (r) Elías Ponce Feijóo al contralmirante AP Luis Chumbiauca Muñante, quien en ese entonces se desempeñaba como director de Inteligencia de la Marina.
Sin embargo, el alto oficial no consideró relevante la información, ya que según el medio eran conocidos como "inteligencia paralela". No obstante, el Plan Tumi sí habría llegado ser discutido en reuniones del Estado Mayor de la Marina.
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