El exdirector de Derechos Humanos del Minjus, aseguró que el indulto tuvo irregularidades y comentó los beneficios que tenía Fujimori en prisión.
Para el exdirector general de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Roger Rodríguez, el expresidente Alberto Fujimori no debió ser indultado, debido a que su condición de salud no ameritaba esta gracia presidencial.
“Se deben cumplir una serie de condiciones para dar un indulto humanitario y estas no las ha inventado nadie, sino que están previstas en las normas. El artículo 31 del reglamento exige que para que esto pueda darse, la enfermedad debe ser avanzada progresiva, degenerativa y las condiciones carcelarias tienen que agravar la condición del interno de forma tal que esté comprometida su vida”, dijo Rodríguez en Todo Se Sabe de RPP Noticias.
Beneficios penitenciarios y manipulación
Según explicó la situación de Fujimori en prisión no ponía en riesgo su vida y que por el contrario gozaba de diversos servicios como televisión, radio, atención médica constante y recepción de visitar en cualquier momento. El exfuncionario dijo que otra irregularidad del indulto a Fujimori fue que su médico privado integró la junta médica que recomendó su indulto.
Respecto al estado de salud actual del expresidente, Rodríguez comentó que cuando integró la Comisión de Gracias Presidenciales y revisó el caso de Fujimori, este intentó manipular la realidad al afirmar que sufría cáncer terminal y depresión con tendencia al suicidio. Sin embargo, ambos males fueron descartados por especialistas.
Posible reversión de medida
Rodríguez aseguró también que el proceso para el indulto se dio en tiempo record, solo 13 días, cuando lo normal es que tarde entre 100 y 120 días. Agregó además que si bien la decisión no fue correcta, podría ser revertida por la un organismo como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“No es irreversible. Yo no sé qué cosa vaya a hacer la CIDH, pero sí puedo decir lo que hizo. En 2012, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema dijo que los crímenes de Barrios Altos no eran de lesa humanidad, pero como ese caso está abierto, la CIDH le ordenó revertir esa decisión. Si la CIDH es capaz de ordenar y anular una sentencia de la Corte Suprema, no es impensable que pudiera suceder algo parecido en este caso”.
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