Después de la inesperada presencia del presidente Martín Vizcarra en el Congreso, los ánimos parecen regresar a la calma. Pero no sabemos si el Parlamento aprobará una verdadera reforma política.
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Después de un martes de gestos, recriminaciones y polarización, el miércoles parece haber soplado un viento de apaciguamiento en nuestro espacio público. Al término del Consejo de ministros, Salvador del Solar explicó que el objetivo del gobierno es impulsar la reforma política en el marco de nuestro sistema democrático. Reiteró que el presidente de la República aspira a cambiar nuestro sistema político para restablecer la confianza de los ciudadanos y sacar las lecciones de la lucha contra la corrupción.
“No ejerce el poder para dejar las cosas como están, sino para poder transmitir un legado”, concluyó. Por su parte el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, reiteró que someter la política del gobierno al voto de confianza es una figura constitucional, cuyo eventual uso tendrá que ser evaluado “cuando llegue el momento”.
Más explícito, el congresista Alberto de Belaunde defendió la presencia de Martín Vizcarra en la sede del Congreso. Y lo hizo con más convicción que los miembros de la bancada oficialista PPK. Según el parlamentario de la Bancada Liberal, el actual Congreso ha mostrado que solo reacciona cuando se halla bajo la presión de la ciudadanía, lo que para él parece significar, bajo el riesgo de exponerse a la disolución.
La 'guerra comercial'
La experiencia enseña que para lanzarse a una batalla no basta con tener claros los objetivos, sino también disponer de planes de contingencia y de una evaluación realista de las fuerzas del adversario. El ejemplo más global es el ofrecido por la llamada “guerra comercial” entre Estados Unidos y China, nuestros dos principales socios comerciales.
Uno de los teatros del enfrentamiento es el de la tecnología de telecomunicaciones, en concreto el pasaje al sistema 5G de la telefonía celular. Se trata de un mercado que el 2035 representará más que el PBI de los 27 países de la Unión Europea. Cargar una película de dos horas en 3 segundos, conectar un millón de celulares en una cuadra y proceder con una velocidad 400 veces superior a la actual son ventajas que se hallarán al alcance de la mano.
Del 5G dependerá el funcionamiento de autos sin conductor, pero también el aprovechamiento del espacio aéreo e incluso la conquista de otros planetas. De las telecomunicaciones dependerá también la actividad que la humanidad practica con más constancia: la guerra. ¿Está seguro Donald Trump que su país podrá doblegar a la China de Xi Jinping y a su empresa emblemática de celulares, Huawei? ¿No perderá de inmediato Google 15% de sus ventas, que actualmente se llevan a cabo en el país que aumenta más su consumo y la transformación de campesinos pobres en consumidores de clase media?
Atraer a los jóvenes
Regresando a las cosas que suceden en nuestro país y en nuestros días, vale la pena destacar la primera premiación de iniciativas ciudadanas organizada por el Observatorio Lima cómo vamos. La Asociación coordinada por la urbanista Mariana Alegre y fundada por la Universidad Católica, UNACEM y el Grupo RPP, recibió 36 candidaturas referidas a gobiernos municipales, proyectos de intervención y casos de contribución de ciudadanos.
Los ganadores fueron el Instituto de cultura, historia y medio ambiente Ichma de San Juan de Lurigancho, el Proyecto Fitekantropus Urban 95 y la acción de la Municipalidad de Lima para preservar y peatonizar una parte del centro histórico. El entusiasmo del numeroso público que desbordó el auditorio de la Alianza Francesa muestra que, contra lo que se suele decir, existe en nuestro país un vigoroso compromiso con valores que garanticen la calidad de vida y la convivencia ciudadana.
Esos valores, en particular vividos por jóvenes, no están conectados con los partidos políticos, que, dedicados a sus querellas inútiles, parecen incapaces de elaborar planes, despertar entusiasmo y atraer a los mejores ciudadanos. Les queda menos de dos años para probar lo contrario.
Las cosas como son
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