Razonable prolongación de la cuarentena [COLUMNA]

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Tal como se preveía, el presidente Vizcarra decidió prolongar el Estado de Emergencia durante trece días más, es decir, hasta el domingo 12, incluido. La decisión no hace sino acoger la recomendación del Consejo Científico y tomar en cuenta la evolución de la llamada curva epidemiológica. Al hacerlo, nos orientamos de manera similar al exitoso modelo chino de control de la explosión de contagios. La cuarentena da frutos si se la mantiene hasta sobrepasar el pico de contagios, después del cual se entra a un período de reducción. La cuarentena permite evitar que todos quedemos contagiados desde el principio, lo que llevaría al colapso de los servicios hospitalarios y en consecuencia al aumento inevitable del número de muertos. Para derrotar al virus, todos debemos colaborar, reduciendo al mínimo posible nuestro contacto con otras personas, practicando de manera constante la lavada de manos y usando mascarillas en espacios de interacción, como es el caso de los mercados, las farmacias, los bancos y los hospitales.

Mientras tanto, el Congreso sesionó y aprobó por unanimidad, 78 votos contra 0, la modificación de su reglamento para poder sesionar en el futuro de manera virtual, es decir sin necesidad de la presencia física de sus miembros. Más tarde, el Congreso aprobó la delegación de facultades solicitadas por el Gobierno para legislar durante sesenta días en materias relacionadas con la lucha contra el coronavirus: salud, alivio fiscal y social, economía, empleo, orden interno, educación, etc. El presidente recibirá esta mañana a la titular del Ministerio de Economía, Antonieta Alva y al presidente del Banco Central, Julio Velarde, lo que permitirá afinar el paquete de medidas para mitigar el grave impacto de la cuarentena sobre la economía.

El clima de confianza y de relativa unidad contrasta con lo que sucede en otros países como Estados Unidos, que con más de ochenta mil infectados, ha pasado a ser el epicentro de la pandemia. Sin embargo, el presidente Donald Trump se niega a tomar medidas a nivel federal y continúa presentando previsiones que no reposan sobre evidencias científicas. Bill Gates, el fundador de Microsoft y de la Fundación filantrópica que lleva su nombre, ha criticado, sin nombrarlo, al presidente Trump, formulando algunas ideas llenas de sentido común: la economía y las empresas pueden recuperarse, pero de la muerte nadie se recupera. Gates pronunció una conferencia el 2015 en el que previno sobre la falta de preparación para hacer frente a la amenaza global de nuevos virus, pero ningún gobierno tomó en serio su advertencia. Ahora previene contra la tentación de levantar antes de tiempo el confinamiento y permitir que se retome la actividad. “Podría causar millones de muertos y además obligarnos a imponer una nueva cuarentena”, concluyó.

Y para preparar el fin de semana bajo cuarentena, conviene rendir homenaje a un pasatiempo lúdico e intelectual, que celebra sesenta años en nuestro país: el crucigrama. Aunque tiene precedentes a fines del siglo XIX, se suele considerar que existe desde que fue acogido por un diario de Nueva York en 1911, bajo el nombre de “palabras cruzadas”. En el Perú, el diario El Comercio publica varias veces por semana un crucigrama bajo el nombre de “geniograma”, pero ha tenido la buena idea de aumentar a seis veces por semana para ofrecer una distracción tranquilizadora que se puede practicar individual o colectivamente. Existen también crucigramas para niños, que estimulan el amor a las palabras y la curiosidad por lo que pasa lejos de nuestras fronteras y nuestro tiempo. La célebre escritora y feminista Simone de Beauvoir era una conocida amante de palabras cruzadas. Respondiendo al reproche que se le hizo de perder el tiempo con ese pasatiempo, contestó: “Es cierto, nunca he sido avara con mi tiempo”.

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