Hoy hace 31 años el expresidente Alberto Fujimori dio un golpe de Estado que fue un punto de quiebre en el Perú ¿Cómo cambió el país después de esta medida de excepción?
"Disolver, disolver, temporalmente el Congreso de la República. Reorganizar totalmente el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales, el Ministerio Público".
El 5 de abril de 1992, con este mensaje en cadena nacional, el entonces presidente de la república, Alberto Fujimori, dio el golpe de Estado que marcaría un antes y un después en la historia de nuestro país.
Las medidas excepcionales anunciadas por Alberto Fujimori fueron rechazadas por otras instituciones como el Congreso de la República. Esto fue lo que dijo en ese momento el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Ramirez del Villar.
"Se ha apoderado de Estado, ha clausurado el Congreso, ha decretado detención domiciliaria al presidente del Senado y a mí", dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Ramirez del Villar.
Alberto Fujimori y el Fujimorismo en lo sucesivo justificó la medida como respuesta radical a la severa crisis económica y social que afrontaba nuestro país y la lucha contra el terrorismo. Razones jamás aceptadas por sus detractores que consideraron el golpe como el inicio de la dictadura fujimorista.
Tras el golpe de 1992 se convocó a un Congreso Constituyente Democrático que redactó la constitución de 1993.
Sin justificación
El politólogo Omar Awapara sostiene que el golpe del 92 no tenía justificación por haber roto el orden constitucional tras más de 10 años de continuidad democrática. No obstante, señala que no se puede negar las reformas y cambios estructurales que se dieron el país partir de entonces.
"Para bien y para mal, con muchas críticas de unos sectores y con otros sectores que celebran y reivindican los aspectos positivos de esos años. No hay que minimizar lo que significó la reincorporación del Perú en el sistema económico, financiero y mundial, pero tampoco los crímenes de lesa humanidad y los actos de corrupción que son tan conocidos", expresó Omar Awapara.
A diferencia de Pedro Castillo, quien también dio un golpe de Estado el 7 de diciembre del 2022, a Alberto Fujimori jamás se le juzgó ni se le condenó por los delitos de rebelión o conspiración, no solo porque sus acciones de excepción tuvieron el respaldo de las fuerzas armadas y de la población, sino también por una estrategia del Estado peruano para lograr su extradición desde Chile en 2007.
"Por una estrategia inteligente el procurador Ugaz, en ese tiempo, no presente en la demanda de extradición al gobierno o la Corte Suprema de Chile un caso de rebelión porque eso hubiese permitido que la defensa invoque ahí la presencia de delito político social que está prohibido de extraditarse", afirmó Cesar Nakazaki, abogado de Alberto Fujimori.
Actualmente Alberto Fujimori, con 85 años, purga prisión en el penal de Barbadillo por los delitos de lesa humanidad cometidos durante los 10 años que estuvo en el poder.
Cesar Nakazaki puntualiza que está preso por los crímenes en la Cantuta y Barrios Altos, su condena más larga con 25 años de prisión, y por otras acciones de la política antiterrorista y actos de corrupción de su régimen.
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