A pocas horas de que se entregue a la justicia de Estados Unidos, el expresidente Alejandro Toledo pidió, en una entrevista a la agencia de noticias EFE, que la justicia peruana no lo mate en la cárcel y lo dejen luchar con sus argumentos.
El expresidente de Perú Alejandro Toledo exigió a la Justicia peruana que no permita su "muerte en prisión" durante una entrevista concedida a la agencia de noticias EFE horas antes de entregarse a las autoridades estadounidenses como paso previo a ser extraditado.
"Le pido a la Justicia peruana que no me mate en la cárcel, déjenme luchar con argumentos", manifestó el exmandatario que es investigar por haber presuntamente haber negociado más de 30 millones de dólares en sobornos de constructoras brasileñas cuando fue presidente de la República entre el 2001 y 2006.
Desde su apartamento en la localidad de Menlo Park, en la Bahía de San Francisco, Toledo zanjó cualquier duda acerca de su entrega, prevista para este viernes 21 de abril por la mañana en un tribunal de San José (California): "Lo haré, soy respetuoso con la decisión del juez (Thomas S. Hixson), aunque no la comparta".
Estas declaraciones de Toledo se dan luego de la Corte de Columbia negara este jueves la moción de emergencia presentada por la defensa del expresidente para que se vuelva a suspender el proceso de extradición que pesa en su contra.
Son las últimas horas de Toledo en arresto domiciliario, condición de la que disfruta desde 2020, tras un año en una prisión californiana, por los peligros que la crisis sanitaria de la COVID-19 podían entrañar para su estado de salud.
"Mi salud es muy mala", afirma Toledo
Justamente ese, su estado de salud, fue el argumento que esgrimió en repetidas ocasiones para paralizar el proceso judicial por el que se le acusa de haberse embolsado hasta 35 millones de dólares en coimas.
"Mi salud es muy mala. Tomo 14 pastillas diarias, tengo hipertensión y sufro por los remanentes del cáncer (...). Solo respeten eso, no han probado nada y ya me quieren meter en la cárcel", afirmó Toledo bajo la atenta mirada de la que fuera primera dama de Perú, Eliane Karp.
Toledo: "Nunca he recibido un dólar malhabido"
El logro de haber sido el primer presidente de origen indígena en la región sigue siendo un orgullo para el político popularmente conocido como "El Cholo", quien aseguró que "eso" no se lo perdonan porque supuso "la liberación de la dictadura" fujimorista (1990-2000) en Perú y porque "sentó el precedente" para que luego llegara Pedro Castillo.
"Aunque yo no tengo nada que ver con él", recalcó el exmandatario en referencia a Castillo, privado de libertad desde diciembre del año tras su fallido intento de golpe de Estado.
A pesar de la sucesión de acusaciones a las que aún se enfrenta, Toledo afirmó detestar la corrupción e incidió en que "nunca" recibió "ni un solo dólar malhabido".
"¿Yo, que he trabajado para ganármelo desde los cinco años?", deslizó con sorna el expresidente, al que vinculan con recibir sobornos que luego habría invertido en diversas propiedades inmobiliarias en Perú.
Cuestiona acuerdo de la fiscalía con Odebrecht
Toledo mostró su enfado sobre el conocido como "Acuerdo de Colaboración Eficaz" por el que un equipo de fiscales peruanos especializados en Lava Jato acordó con Odebrecht una serie de reparaciones por haberse beneficiado del dinero público del país andino.
"¿Por qué no nos cuentan los términos de ese acuerdo? Odebrecht sigue trabajando igual en Perú, aunque tenga otro nombre; evitó pagar mil millones de dólares y otros seiscientos en impuestos", desgranó Toledo en voz alta.
Perú ha vuelto a la "dictadura"
El expresidente alegó que el Perú ha vuelto a la "dictadura", ya que el país está controlado por personas afines al propio Alberto Fujimori y que ostentan el verdadero poder porque "tienen lazos con grandes empresas y con el narcotráfico".
"El narco nunca había campado tan a sus anchas como ahora. La vida en Perú hoy no vale nada", expresó Toledo para hacer hincapié en que, en este contexto, siente "miedo" del sistema penitenciario peruano.
Para el expresidente, la situación de las cárceles allí es "peor que la de regímenes como China, Irán o Sudán" porque los reos sufren importantes violaciones de sus derechos humanos.
En su intento de evitar un presidio peruano, el político andino instó a las autoridades de su país a que recapaciten, porque por su cabeza no pasa en ningún momento escaparse aprovechando su situación de arresto domiciliario.
"Yo no soy un fugitivo como Fujimori. Yo me mudé al lugar (Bahía de San Francisco) donde me formé (...). Tampoco me escaparía ahora, eso sería reconocer mi culpabilidad", concluyó Toledo horas antes de comenzar "un partido que no empieza cero a cero" pero que, sentenció, luchará "hasta el final". (EFE)
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