Jorge Ávila Rivera aseguró que el soborno lo recibió en 2006 y, luego, en 2011, le dieron “propinas” a cambio de su silencio.
Jorge Ávila Rivera, quien en 1992 denunció al expresidente Ollanta Humala por la desaparición de su hermana y su cuñado, admitió que se retractó de la acusación después de recibir 4.500 dólares de allegados al líder nacionalista.
“Me dieron 4.500 (dólares), pero en partes”, reconoció Ávila al diario El Comercio, que asegura que el testigo aún vive en Aucayacu (Huánuco). Según el hombre, el dinero lo recibió en 2006, cuando Humala se presentó por primera vez como candidato presidencial.
“Uno de los intermediarios ahí fue Amílcar (…) (Me pidió) que me retracte, que no le eche la culpa a Humala”, detalló en la entrevista, en referencia al suboficial EP en retiro Amílcar Gómez Amasifuén, quien participó en el levantamiento de Locumba a órdenes de Humala.
El testigo fue más allá y aseguró que durante la campaña del 2011 también le pagaron sobornos -a los que calificó como “propinas”- a cambio de mantenerse callado durante todo el proceso, que terminó con la elección de Humala como presidente.
No solo dinero. Ávila apuntó que, aparte del dinero, le ofrecieron estudios superiores para sus hijos, entre otras promesas, que nunca llegaron a concretarse. Según el testigo, estos ofrecimientos llegaron de parte de Amílcar Gómez, su cuñado Robinson Gómez Reátegui y del abogado Eduardo Roy Gates, exdefensor de Ollanta Humala y de Nadine Heredia.
Roy Gates rechazó la versión del testigo y negó haber entregado algún tipo de beneficio económico a Ávila. Eso sí, reconoció haber coincidido en más de una oportunidad con Ávila cuando se produjo la reconstrucción de los hechos en la base de Madre Mía.
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