El material en el que se oye a Ollanta Humala y a otros involucrados en la supuesta compra de testigos por este caso es evaluado por el fiscal de terrorismo, Luis Valdivia.
De oficio, la Oficina Desconcentrada de Control Interno de Lima ha abierto una investigación preliminar al fiscal Marco Guzmán Baca para aclarar los motivos por los que no se informó en su momento respecto de los audios que presuntamente vincularían al expresidente Humala con el caso Madre Mía.
Diligencias. La fiscal superior Azucena Solari ha remitido un informe al fiscal Pablo Sánchez sobre este caso. El fiscal de terrorismo Luis Valdivia también está analizando los elementos que fueron remitidos por la fiscalía de lavado de activos a cargo de Germán Juárez Atoche.
La difusión de interceptaciones telefónicas a Ollanta Humala y a su entorno revelaron presuntos pagos a testigos para que cambien su versión en el caso Madre Mía y puso sobre el tapete la posibilidad de reabrir este proceso, en el que el exmandatario salió absuelto.
La base militar. La denuncia se remonta a 1992. Ollanta Humala era capitán del Ejército y estaba destacado en Huánuco como jefe de la Unidad Contrasubversiva. Su labor era dirigir la base militar Madre Mía (San Martín) para la identificación y captura de terroristas.
El 17 de junio de ese mismo año, sin embargo, un ciudadano lo denunció ante la Fiscalía de Tocache. Este denunciante era Jorge Ávila, quien entonces aseguraba que Humala había ordenado un ataque contra él y sus familiares tras confundirlos con integrantes de Sendero Luminoso. Según dijo en ese momento, fue secuestrado y torturado, pero logró escapar. Su hermana, Natividad Ávila Rivera, y su cuñado, Benigno Sulca Castro, desaparecieron.
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