NIUSGEEK tiene a prueba al DJI Mini 3 Pro, dron de 249 gramos y gimbal para videos verticales.
Nunca he volado un dron tanto tiempo, y debo decir que tener a prueba uno de DJI me facilitó las cosas. Es cierto que no es la única marca en el mercado que lanza varios modelos, pero es la referencia actual en este segmento, además de sus dispositivos de estabilización. Con la tercera generación de “Mini” (luego del Mavic Mini y el Mini 2), este tercer modelo se acerca al apellido PRO que estampa en el empaque, pero ¿Vale la pena comprarlo? Esta es la opinión de NIUSGEEK.
DJI Mini 3 Pro: Especificaciones técnicas
DJI | DJI MINI 3 PRO |
DIMENSIONES | 145×90×62 mm plegado | 171×245×62 mm desplegado | 249 gramos sin batería |
CÁMARA | 48MP 1/1.3" sensor CMOS |
VELOCIDAD | RANGO | Hasta 58 km/h en modo sport | Hasta 12km |
CONECTIVIDAD | DJI O3 |
ALMACENAMIENTO | 1,2 GB internas | expansión por microSDXC hasta 1TB |
AUTONOMÍA | Hasta 34 minutos de vuelo | Peso de batería: 41 gramos adicionales |
VIDEO | MP4, MOV | 4K (3840×2160) @ 24/25/30/48/50/60fps, or 1080p @ 120fps |
DJI Mini 3 Pro: Esto es lo que debes saber
Menos, es más. Estamos ante una versión que se acerca más a la saga FPV que a los MAVIC, con una huella realmente pequeña y con un sistema de retracción de hélices que permiten llevarlo en el bolsillo, casi como un celular.
Respecto al chasis, el equipo añade seis sensores de visión (dos al frente, dos apuntando hacia abajo y dos mirando hacia atrás) que permiten al equipo leer el entorno en combinación con el sistema de detección por infrarrojo. En la parte frontal, se luce el gimbal que lleva el lente de 48 MP y que tiene espacio suficiente para maniobrar en formato vertical y horizontal.
En la parte trasera, tenemos el botón de encendido bajo las luces LED de nivel de batería, justo sobre la ranura para micro SDXC y el puerto USB-C y la bandeja para la batería extraíble.
Solo un detalle, y se centra en las hélices. A diferencia de otros modelos, cambiar el juego requiere desatornillar la base y no solo colocarlos a presión. Eso, sin embargo, añade seguridad al sistema.
Un mando mejor para el vuelo. Tuve la chance de probar este dron con un DJI RC, un mando con panel integrado IPS de 5,5 pulgadas en resolución FullHD y modos de vuelo a la mano. Este joystick, a diferencia de otros sistemas de vuelo, ya no requiere el uso de un smartphone y añade su propia bandeja de almacenamiento SD junto al puerto USB-C de carga y el host port para el dongle de señal celular.
En este caso, DJI añade varios controles adicionales y personalizados en este mando, como la posición vertical a un solo toque o el zoom y paneo durante el vuelo. Nos encontramos con botones dedicados a la grabación de video y el registro de fotos, mientras que las palancas de dirección cuentan con un espacio dedicado sin ocupar tanto espacio.
Un software familiar. Este mando añade una versión personalizada de Android que permite el acceso a personalización y funciones del equipo de manera remota. Para la navegación y registro, tendremos acceso a opciones de clima, hora, brillo, contraste, ubicación de drones y otras herramientas.
La otra suite comprende DJI Fly, la asistencia de vuelo para el dron. Desde este apartado conectaremos el vehículo y guiaremos la cámara para registro de video y fotos. Además, podemos personalizar el modo de vuelo y el uso de cada joystick al moverlos de manera horizontal o vertical.
Bueno, a volar. Primero debemos extender los brazos del dron para colocarlo en una base estable y que tenga cielo libre, en la medida de los posible. Ya con esto, podemos encender los equipos con UN TOQUE CORTO Y LUEGO UN TOQUE LARGO del botón encendido – lo escribo así para darme cuenta de lo sencillo que era y no olvidarme nunca – para echar a andar el dron y la pantalla. Ojo que el dron no mueve las hélices con el primer encendido, pero sí lo hace el gimbal. En ese caso, recuerda retirar la cubierta plástica para que la cámara pueda moverse con libertad.
Luego, debemos abrir DJI Fly y dejar pulsado el acceso “despegar”. Con esto las hélices comenzarán a moverse con rapidez y el dron se elevará a una distancia corta del suelo. Ya con eso podemos comenzar a operarlo. En el mando se ubica un switch para cambiar los modos de vuelo de CINE a SPORT, y cada uno tiene sus ventajas. Con C podemos ir lento y los sistemas de amortiguación frente a obstáculos funcionan mejor para las tomas aéreas, pero vamos más lento. El modo sport convierte al dron en un mosquito inalcanzable, pero el proceso de frenado es más lento y podríamos golpearlo ante un mal cálculo.
¿Qué tal la conectividad a distancia? En el caso de los drones, podemos regular la distancia máxima de vuelo para evitar que lo perdamos de vista. En mi caso, pude volar a una distancia máxima de dos kilómetros y sin problemas. Sin embargo, volar cerca de la antena de RPP provocó que la estabilidad no fuese la mejor debido a la interferencia con otras señales.
Por lo general, lo mantuve volando hasta los 120 metros de altura y pude probar el modo C y el S, tanto de día como de noche. En ningún caso tuve problemas para maniobrar en tiempo real, y el proceso de retorno automático es IMPECABLE. Solo basta pulsar el ícono de “retorno” y el dron vuelve al punto de partida con mucha precisión.
Y ¿qué tal? Pues, tenemos la capacidad de capturar fotos JPEG+RAW, videos de calidad neutra para post producción y tomas horizontales o verticales. El resultado es sorprendente. De noche, la cámara cumple con el ISO y el ingreso de luz compensado para la iluminación de calles y avenidas. En verdad, sorprende que podamos operar los ajustes de apertura, ISO y shutter como en una cámara DSLR en un equipo que puede estar a un par de kilómetros de distancia.
¿Qué no me gusta? Directamente, la anulación de los modos inteligentes al grabar en vertical. Seguramente tendremos una futura versión de hardware que compense esta situación, pues no estoy seguro de que sea software. Esto limita los videos para redes con seguimiento de usuario – grabarte sobre un scooter, por ejemplo – o los efectos que el dron logra de manera automática. Por otro lado, la experiencia de vuelo se torna difícil entre edificios con antenas y celdas de telefonía, así que recuerda alejarte de eso. Además, este equipo no integra de manera nativa la posibilidad de transmitir imágenes a redes sociales o servicios de video en tiempo real.
¿Cuánto tiempo podemos volar? Dependiendo del uso, podemos exigir el dron por media hora. Esto ayuda mucho al hecho de definir las tomas de manera concreta y mantener una reserva para el retorno del dron a tierra. En concreto, tener un par de baterías listas nos da una hora de grabación. EL mando sí extiende su vida por mucho tiempo, y una hora de vuelo consume algo de 15% de la vida útil del RC.
DJI Mini 3 Pro ¿Vale la pena?
Sí, y por varias razones. Primero, estamos ante un equipo muy fácil de operar y que obtiene estupendos resultados. Lo otro es que opera a buena distancia, aunque me animaría a conseguirlo con el RC y asegurar la maniobrabilidad con ese mando.
Este dron ha sido todo un hallazgo, y me estoy planteando actualmente la posibilidad de adquirir uno para uso personal. Ojalá el precio sea favorable cuando finalmente me decida, pero creo que es un equipo que debes tener si te dedicas a crear contenido o, de plano, si quieres empezar a ver con otros ojos el mundo.
* Equipo cedido a préstamo por DJI Store Perú, importadora oficial, desde el 24 de setiembre hasta la publicación de la reseña. Precio en el mercado local: 3999 soles con conexión a celular, 4549 soles con mando RC en la web de DJI Store Perú.
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