¿Escuchaste de los macroscopios o de la híper imagen? Pronto serán parte de nuestro día a día.
La empresa tecnológica estadounidense IBM dio a conocer el “IBM 5 in 5”, cinco predicciones para el mundo de las tecnologías que marcarán los próximos cinco años. El informe se basa en tendencias de mercado y sociales, así como en tecnologías emergentes de los laboratorios en todo el mundo, que cambiarán la forma en la que el mundo vive e interactúa.
Estos cinco instrumentos científicos cambiarán nuestra vida en los próximos cinco años.
1. La inteligencia artificial. Las palabras serán una ventana hacia nuestra salud mental. En cinco años, lo que decimos y escribimos será utilizado como indicador de nuestro bienestar de salud física y mental, lo que ayudará a los médicos y a los pacientes a prevenir, monitorear y hacer seguimiento de dichas enfermedades.
En IBM, los científicos están utilizando transcripciones y audios de entrevistas psiquiátricas, junto a técnicas de machine learning, para identificar patrones en el habla y monitorear con precisión enfermedades como psicosis, esquizofrenia, manía y depresión.
2. Los laboratorios médicos en un chip. La detección temprana de las enfermedades es clave, por ello, los laboratorios médicos “on a chip” ocupan el cuarto lugar, estos servirán de detectives de la salud para rastrear enfermedades a nano-escala buscando pistas invisibles en nuestros fluidos corporales y haciéndonos saber inmediatamente si tenemos alguna razón por la cual consultar a un médico.
La tecnología lab-on-a-chip fundamentalmente ayuda a las personas a medir rápida y regularmente la presencia de bio-marcadores que se encuentran en pequeñas cantidades de fluidos corporales, y enviar dicha información a través de la nube, desde la comodidad de su casa.
3. Macroscopios. En la actualidad el mundo físico solo nos deja entrever nuestro complejo e interconectado ecosistema, en el futuro, los macroscopios nos ayudarán a entender la complejidad de la Tierra en detalle infinito y gracias al Internet de las Cosas, en cinco años utilizaremos algoritmos y software de machine-learning para ayudarnos a organizar la información sobre el mundo físico, a esto lo denominamos "macroscope", que a diferencia del microscopio, es un sistema de software y algoritmos que trae todos los complejos datos de la Tierra combinados, para analizarlos y entender su significado.
En el 2012, IBM Research comenzó a investigar este concepto en Gallo Winery, integrando riego, suelo, y datos del clima con imágenes satelitales y otros datos de sensores para predecir la cantidad de riego específica para producir el rendimiento y calidad óptima de la uva. En el futuro, esta tecnología nos ayudará a escalar este concepto más allá de nuestro propio planeta para predecir colisiones de asteroides entre ellos, y aprender más sobre su composición.
4. La híper imagen. Los nuevos dispositivos de imagen que utilizarán esta tecnología nos ayudarán a ver más allá del dominio de la luz visible, a través de la combinación de múltiples bandas del espectro electromagnético, y así revelar información de valor o peligros potenciales, que de otro modo serían desconocidos o no perceptibles a la vista.
Por ejemplo, utilizando imágenes de onda milimétrica, una cámara y otros sensores, esta tecnología podría ayudar a un auto a ver a través de la lluvia y detectar condiciones peligrosas; incorporada en nuestros teléfonos, podrían tomar imágenes de nuestra comida para mostrar la información de valor nutricional, o si es sano para comerlo.
5. Los sensores inteligentes. Detectarán la contaminación medioambiental a la velocidad de la luz, en cinco años, nuevas y asequibles tecnologías sensoriales, desarrolladas cercanas a los pozos de extracción de gas natural, instalaciones de almacenamiento, y a lo largo de las cañerías de distribución, ayudarán a determinar con precisión y en tiempo real las pérdidas invisibles, reduciendo la contaminación, los residuos y la probabilidad de eventos catastróficos.
En el centro de IBM Research ya está la fotónica de silicio, una tecnología en evolución que transfiere datos a través de la luz, permitiendo la utilización de la computación literalmente a la velocidad de la luz. Estos chips podrían estar incorporados en una red de sensores en el suelo, en infraestructura, o hasta volar en drones autónomos, generando insights que, cuando se combinan con datos del viento en tiempo real, información satelital, y otras fuentes históricas, pueden ser utilizados para crear modelos ambientales complejos para detectar el origen y cantidad de contaminadores a medida que ocurren.
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