Una pieza creada por un robot con inteligencia artificial ha alcanzado un precio sorprendente en una subasta. Conoce los detalles detrás de esta histórica venta.
Cada vez son más comunes las hazañas que logran los robots humanoides. Ya hemos visto máquinas realizando intervenciones odontológicas, dirigiendo orquestas sinfónicas e incluso tocando instrumentos. Por lo tanto, que una obra de arte pintada por un robot se haya vendido no parece tan descabellado. Sin embargo, lo realmente impactante es que esta obra alcanzó un precio de más de 1 millón de dólares.
Este retrato de Alan Turing, científico informático y descifrador de códigos, se convirtió en la primera obra pintada por un robot humanoide en ser vendida en una subasta. El increíble precio de 1.084.800 dólares fue alcanzado en la casa de subastas Sotheby's, que reveló que la pieza recibió 27 ofertas. El precio final superó con creces las expectativas iniciales, que oscilaban entre los 120.000 y 180.000 dólares.
Esta pieza de 2,2 metros titulada AI God. Portrait of Alan Turing fue creada por Ai-Da, la primera artista robot humanoide realista del mundo. Ai-Da, un robot de apariencia femenina con cabello negro corto y brazos robóticos, fue desarrollada por el galerista británico y especialista en arte moderno y contemporáneo Aidan Meller.
¿Cómo logró pintar la obra?
Creada en 2019, Ai-Da no solo tiene un aspecto humanoide, sino que posee ojos con cámaras de alta resolución que le permiten captar detalles visuales con precisión. Su brazo robótico, diseñado específicamente para el arte, le permite ejecutar movimientos precisos, lo que le permite crear pinturas y dibujos con gran detalle.
Sin embargo, la creatividad de Ai-Da no es completamente autónoma. Según una entrevista con su creador, para Euronews Culture, el proceso comienza con una interacción humana, donde Ai-Da usa IA para "conversar" sobre temas y conceptos. Por ejemplo, al elegir a Alan Turing para un retrato, inició un proceso colaborativo. Después de recibir una foto, Ai-Da realizó bocetos preliminares en lienzos pequeños, los cuales combinó y refinó para crear la obra final.
El enfoque híbrido de Ai-Da, que combina inteligencia artificial y participación humana, le permite aportar una dimensión interpretativa a sus obras. Esto se reflejó en su exposición mundial en lugares como la Bienal de Venecia, el Museo Ashmolean de Oxford y el Museo de Diseño de Londres, además de en la histórica subasta de su retrato de Turing.
"Esta subasta es un momento importante para las artes visuales, donde las obras de arte de Ai-Da enfocan el mundo del arte y los cambios sociales, mientras lidiamos con la creciente era de la IA", mencionó Meller para BBC.
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