La construcción del nuevo cohete es un acuerdo "histórico" que han logrado los países que integran la Agencia Espacial Europea.
Los países miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) llegaron hoy a un acuerdo "histórico" para construir un nuevo cohete, el Ariane 6, anunció la organización tras el consejo ministerial celebrado en Luxemburgo.
El desarrollo del nuevo lanzador, que debería poder funcionar a partir de 2020, junto con el de la versión mejorada del cohete Vega -Vega C-, para cargas pequeñas, y el motor cohete de combustible sólido (P120C) ascenderá a 4.300 millones de euros, explicó en rueda de prensa el director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain.
La ejecutiva de la ESA y la industria europea de lanzadores han definido un lanzador Ariane 6 modular en dos configuraciones capaz de ocuparse de cargas medias y pesadas.
El Ariane 6 y el Vega C son lanzadores flexibles que podrán satisfacer al mercado europeo de lanzamientos institucionales y competir en el mercado mundial, según esperan la ESA y sus 20 Estados miembros.
Esta previsto que el Vega C esté operativo en 2018, informó Dordain en la rueda de prensa.
El mercado mundial de lanzamientos cambia, tanto del lado de la oferta como en el de la demanda, y los nuevos proveedores de servicios de lanzamiento no europeos ofrecen precios muy competitivos, lo que supone un desafío al modelo de negocio del Ariane 5, al que el Ariane 6 sustituirá, de acuerdo con la ESA.
Los ministros de los países participantes en la ESA también acordaron en Luxemburgo su apoyo a las actividades de explotación de la Estación Espacial Internacional por parte de la agencia europea para los próximos tres años, hasta finales de 2017.
Dordain dijo que la agencia ha logrado "financiación por 800 millones de euros durante tres años", más de lo que esperaba pese a ser en 20 millones inferior a lo solicitado.
Por otro lado, el director general de la ESA se mostró convencido de que existen "suficientes satélites en Europa" para contratar cinco lanzamientos al año.
La agencia incluso ha identificado los satélites de 2021 a 2025 y los programas Galileo y Copernicus continuarán, recalcó.
Además, los países de la Agencia Espacial Europea han aceptado un "cambio de gobernanza".
Las relaciones entre los Estados miembros y la industria "han cambiado bastante sustancialmente" con especificaciones diferentes sobre riesgos, responsabilidades y financiación.
En particular, la industria, que asumirá el riesgo de explotación comercial, se convertirá en la "autoridad de diseño", explicó Dordain, quien sostuvo que el acuerdo supone una "revolución".
EFE
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