La estadounidense Sunita Williams y el japonés Akihiko Hoshide llevaron a cabo esta operación durante dos jornadas fuera de la plataforma orbital.
La estadounidense Sunita Williams y el japonés Akihiko Hoshide echaron mano de la imaginación para resolver una avería en la Estación Espacial Internacional (EEI), al utilizar cepillos de dientes para solucionar un imprevisto.
Después de un total de más de quince horas en dos jornadas de labores extravehiculares, los astronautas lograron sujetar en el sitio debido un conmutador de energía eléctrica que reemplazó una unidad estropeada.
Durante los primeros 25 minutos afuera de la EEI, los dos astronautas dispusieron cuidadosamente de las herramientas, algunas de ellas improvisadas a bordo de la estación, incluida una hecha con un cepillo de dientes, con las cuales ajustaron dos pernos de sujeción del conmutador.
Los albañiles espaciales examinaron los pernos y sus receptáculos y Williams dijo que podía ver las pequeñas virutas de metal. "Son virutas pequeñas, más chicas que la vez anterior, adentro del orificio", señaló.
Durante cinco horas Hoshide y Williams emplearon sus instrumentos y un tubo de nitrógeno presurizado para quitar las virutas, lubricaron un perno de repuesto y lo atornillaron a mano hasta que quedó en la posición correcta.
La combinación de labor paciente, tecnología avanzada y meros empujones tradicionales finalmente ubicó el conmutador en las ranuras y los pernos en sus orificios.
El ingeniero de vuelo Joe Acaba, hijo de puertorriqueños, ayudó a la pareja de excursionistas operando, desde adentro de la EEI, el brazo robótico Canadarm2.
Con información de EFE
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