La popular plataforma de videollamadas integrará avatares de IA que imitan la voz y los gestos del usuario, pero expertos advierten sobre posibles riesgos de seguridad.
Zoom avanza a pasos agigantados en la integración de la Inteligencia Artificial (IA) a sus servicios. La compañía anunció recientemente el desarrollo de avatares de IA personalizados que podrán hablar en nombre del usuario durante las reuniones virtuales. Esta nueva función, programada para lanzarse a principios del próximo año como parte del complemento 'AI Companion' de Zoom, permitirá a los usuarios crear una versión digital de sí mismos utilizando un video inicial.
La IA de Zoom no se limita a imitar la apariencia del usuario; también podrá imitar su voz y gesticulaciones, creando una representación dinámica y realista. Para activar el avatar, el usuario simplemente tendrá que escribir el mensaje que desea transmitir, y la IA se encargará de darle vida a través del avatar. Inicialmente, esta función solo estará disponible para la función 'Zoom Clips', la cual permite grabar y compartir videos cortos con los compañeros de trabajo.
Eric Yuan, CEO de Zoom, ya había adelantado esta visión futurista en junio para el podcast Decoder del medio The Verge, expresando su deseo de que los usuarios puedan enviar "gemelos" digitales a reuniones mientras se dedican a otras actividades. La visión de Yuan se materializa con 'AI Companion', un conjunto de herramientas de IA diseñadas para automatizar tareas, mejorar la comunicación y optimizar el flujo de trabajo.
El lado negativo
Si bien la tecnología promete revolucionar la productividad, también surgen preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad. Expertos en ciberseguridad advierten sobre la necesidad de proteger la información confidencial que se comparte durante las reuniones, ya que la suplantación de avatares o el uso no autorizado de datos podrían plantear riesgos importantes.
Más allá de la eficiencia, el uso de avatares de IA plantea interrogantes sobre el futuro de la interacción humana en el ámbito laboral. Algunos expertos advierten sobre la posible pérdida del "toque humano" en las reuniones y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la productividad y la colaboración genuina.
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