Christiana Figueres, de la Convención Marco, señaló que no se puede permitir más desastres, como las inundaciones en Pakistán o los incendios en Rusia, "pues no es este el futuro que queremos para nuestro planeta".
En las negociaciones multilaterales para luchar contra el cambio climático "hay un creciente sentimiento de urgencia" que se ha visto reforzado con los últimos grandes desastres como las inundaciones de Pakistán, señaló hoy Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
La diplomática costarricense, que es la principal responsable de estas negociaciones para reducir las emisiones de gases contaminantes, así lo señaló en Ginebra, poco antes de que comience una reunión informal de más de 40 países -muchos de ellos representados por ministros- para allanar el camino a la próxima Conferencia de Cancún (México).
"No podemos permitirnos el lujo de ver incrementarse estos desastres, como las inundaciones en Pakistán o los incendios en Rusia, pues no es este el futuro que queremos para nuestro planeta", advirtió Figueres, en conferencia de prensa.
Por ello, y cuando faltan tres meses para que se celebre la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16) en Cancún, la responsable nombrada por el secretario general de la ONU el pasado mayo cree que aún hay esperanzas de que en la ciudad mexicana "se puedan adoptar decisiones claras".
Uno de los aspectos clave de las negociaciones es la financiación a largo plazo de las medidas para mitigar y gestionar el calentamiento del planeta, y ése es precisamente el principal asunto que se tratará en esta reunión de Ginebra, copresidida por Suiza y México.
La base es el compromiso adquirido en la Conferencia de Copenhague de 2009 por los países industrializados, de ayudar con 30.000 millones de dólares a los países en desarrollo entre 2010 y 2012, y después, hasta 2020, con 100.000 millones de dólares cada año. La segunda cantidad es juzgada insuficiente por los países en desarrollo.
Para Figueres "es difícil saber el coste de la adaptación al cambio climático, eso sólo el tiempo lo dirá, pero 100.000 millones de dólares anuales es lo mínimo que se requiere".
"Lo importante es que esa oferta esté sobre la mesa" y se concrete, añadió, para señalar que "no está claro aún de dónde va a salir ese dinero, pero lo que es seguro es que una sola fuente de financiación no puede generar esa cantidad al año".
La ONU busca lograr en Cancún un acuerdo global vinculante y ambicioso que sustituya al Protocolo de Kyoto sobre la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero cuando expire en 2012, pero esta conferencia viene precedida por el fracaso de la celebrada en Copenhague.
-EFE-
La diplomática costarricense, que es la principal responsable de estas negociaciones para reducir las emisiones de gases contaminantes, así lo señaló en Ginebra, poco antes de que comience una reunión informal de más de 40 países -muchos de ellos representados por ministros- para allanar el camino a la próxima Conferencia de Cancún (México).
"No podemos permitirnos el lujo de ver incrementarse estos desastres, como las inundaciones en Pakistán o los incendios en Rusia, pues no es este el futuro que queremos para nuestro planeta", advirtió Figueres, en conferencia de prensa.
Por ello, y cuando faltan tres meses para que se celebre la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16) en Cancún, la responsable nombrada por el secretario general de la ONU el pasado mayo cree que aún hay esperanzas de que en la ciudad mexicana "se puedan adoptar decisiones claras".
Uno de los aspectos clave de las negociaciones es la financiación a largo plazo de las medidas para mitigar y gestionar el calentamiento del planeta, y ése es precisamente el principal asunto que se tratará en esta reunión de Ginebra, copresidida por Suiza y México.
La base es el compromiso adquirido en la Conferencia de Copenhague de 2009 por los países industrializados, de ayudar con 30.000 millones de dólares a los países en desarrollo entre 2010 y 2012, y después, hasta 2020, con 100.000 millones de dólares cada año. La segunda cantidad es juzgada insuficiente por los países en desarrollo.
Para Figueres "es difícil saber el coste de la adaptación al cambio climático, eso sólo el tiempo lo dirá, pero 100.000 millones de dólares anuales es lo mínimo que se requiere".
"Lo importante es que esa oferta esté sobre la mesa" y se concrete, añadió, para señalar que "no está claro aún de dónde va a salir ese dinero, pero lo que es seguro es que una sola fuente de financiación no puede generar esa cantidad al año".
La ONU busca lograr en Cancún un acuerdo global vinculante y ambicioso que sustituya al Protocolo de Kyoto sobre la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero cuando expire en 2012, pero esta conferencia viene precedida por el fracaso de la celebrada en Copenhague.
-EFE-
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