A pesar de su diseño atractivo, el principal problema que enfrenta es la violación de derechos de autor.
El concepto de la cámara física de Instagram ha atraído a muchos fanáticos de la aplicación por su atractivo diseño y posibilidades para imprimir fotografías.
Entre sus características se encuentra un disco de 16GB de almacenamiento, WiFi y Bluetooth incorporados, una pantalla táctil de 4:3, dos lentes principales que capturan imágenes y para los filtros 3D, zoom óptico, flash LED, impresora interna, y un software que se integra con Facebook e Instagram.
A pesar de su diseño tan atractivo, el principal problema que enfrenta es la violación de derechos de autor señalada por algunos usuarios.
"A pesar de que es una gran idea, no parece que tengas ningún derecho para utilizar el arte de Instagram, que es el pilar de esta idea. Facebook quizá sea lo suficientemente genial para no demandarte pero en algún punto probablemente tendrás que cancelar el proyecto", dijo el comentarista Jan en IndieGoGo.
La cámara de Instagram no es oficial y, a pesar de contar con mucha atención, aún no logra superar los US$700, una cifra bastante reducida para los US$50.000 que tiene como meta para producirlo.