Los compromisos también se refieren a que los fabricantes de ordenadores puedan instalar navegadores de empresas competidoras, incluirlos por defecto o desactivar el Explorer.
La Comisión Europea (CE) ha decidido hoy hacer legalmente vinculantes los compromisos ofrecidos por Microsoft para permitir que los usuarios europeos elijan otro navegador de Internet que no sea el Explorer, con lo que cierra la investigación abierta por un posible abuso de posición dominante.
La compañía estadounidense había remitido a la CE una serie de concesiones para disipar su preocupación de que la vinculación entre el navegador Internet Explorer y el sistema operativo Windows vulnere las normas de competencia de la Unión Europea (UE), y que supusiese un abuso de posición dominante en el mercado comunitario.
Durante los próximo cinco años, Microsoft proporcionará en el Área Económica Europea, a través del mecanismo de actualizaciones de Windows, una "elección de pantalla" que permitirá a los usuarios de los sistemas operativos de Windows XP, Windows Vista y Windows 7 elegir el navegador que quieran instalar, además o en lugar de Internet Explorer.
Los compromisos también se refieren a que los fabricantes de ordenadores puedan instalar navegadores de empresas competidoras, incluirlos por defecto o desactivar el Explorer, señaló la Comisión en un comunicado.
Además, Microsoft se compromete ante partes terceras (y de forma informal con la CE) a mejorar la compatibilidad de su software Windows, Windows Server, Office, Exchange y SharePoint con productos de otras empresas.
Bruselas realizará, por su parte, un seguimiento del impacto de esta "promesa" en el mercado y tendrá en cuenta sus resultados en la investigación que aún mantiene abierta sobre interoperabilidad.
La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, aseguró en una rueda de prensa que la decisión tomada hoy beneficiará a más de 100 millones de consumidores, que podrán elegir entre otros navegadores como Mozilla Firefox, Google Chrome, Apple Safari u Opera.
La Comisión había concluido, tras una investigación preliminar, que Microsoft había generado una distorsión de la competencia al vender su sistema operativo Windows para PC unido a su navegador Explorer, lo que, en su opinión, le daba una "ventaja de distribución artificial no relacionada con los méritos de su producto en más del 90 por ciento de los ordenadores personales".
También advirtió de que esa situación creaba "incentivos artificiales" para que los desarrolladores de software y creadores de contenidos diseñasen sus productos para Internet Explorer principalmente.
Bruselas advirtió de que, en el caso de que Microsoft rompa estos compromisos, podría imponerle una multa de más del 10 por ciento del total de su facturación anual "sin tener que probar que ha violado ninguna norma europea de competencia".
Los compromisos también incluyen una cláusula que permite a la Comisión hacer una revisión dentro de dos años y la obligación de que Microsoft realice informes periódicos a Bruselas (el primero dentro de seis meses).
El vicepresidente y representante legal de Microsoft Brad Smith aseguró en un comunicado que la compañía está satisfecha con la decisión de la Comisión de aceptar sus compromisos "a largo plazo".
"Estamos deseando trabajar sobre el diálogo y la confianza que se ha establecido entre Microsoft y la Comisión, y extender nuestro liderazgo empresarial en interoperabilidad", destacó.
EFE
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