La NASA ha previsto otra caminata para el miércoles próximo con el fin de que los astronautas dispongan del tiempo suficiente para descansar y preparar un segundo intento.
Los astronautas Doug Wheelock y Tracy Caldwell Dyson concluyeron hoy la primera de dos caminatas programadas por la NASA para reparar el sistema de refrigeración de la Estación Espacial Internacional, sin poder reemplazar una averiada tubería que bombea amoniaco.
La caminata duró siete horas, entre las 11.19 GMT y las 19.30 GMT, a 354 kilómetros de distancia de la Tierra, con mucha expectación por la dificultad que tiene trabajar con las tuberías de amoniaco.
De hecho, casi cuatro horas después de comenzar la caminata, los astronautas afrontaron su primer revés, ya que una de las cuatro tuberías que debían reemplazar estaba completamente atascada.
"No se mueve", indicó Wheelock, quien realiza la cuarta caminata de su carrera, en imágenes transmitidas por la agencia espacial estadounidense.
La caminata estaba prevista para ayer pero fue postergada un día para ultimar los detalles sobre los procedimientos de reparación.
Durante la jornada, los astronautas sí pudieron desconectar las otras tres tuberías pero las demoras sufridas hoy en la complicada tarea impidieron que los astronautas pudiesen desunir un averiado módulo con bomba e instalar su reemplazo.
A la espera de nuevas órdenes del centro de control de la NASA, Wheelock y Dyson, mientras tanto, describieron las formaciones de la fuga de amoniaco como copitos de nieve.
Cuando se percataron de que se les acababa el tiempo, los astronautas decidieron reconectar la tubería a la bomba averiada.
La bomba, instalada en 2006, sufrió el desperfecto el pasado 31 de julio.
Eso obligó a los astronautas a suspender algunos experimentos científicos y apagar varios sistemas para impedir un sobre calentamiento de la EEI, que depende del amoniaco líquido para enfriar sus sistemas.
Un primer intento de reactivar el módulo con la bomba fracasó, pero la mayoría de los sistemas han sido enfriados gracias a la instalación de cables puentes del laboratorio "Destiny".
Según las autoridades de la NASA, el problema con la bomba es un fallo considerable desde que el laboratorio fue puesto en órbita hace doce años.
La NASA ha previsto otra caminata para el miércoles próximo con el fin de que los astronautas dispongan del tiempo suficiente para descansar y preparar un segundo intento, que incluiría completar las tareas iniciadas para el reemplazo de la bomba averiada.
Expertos en robótica han trabajado durante toda la semana para diseñar los procedimientos para guiar el brazo robótico de la estación, Canadarm2, que está a cargo de Shannon Walker.
En la segunda salida al exterior, la tripulación intentará completar la conexión de las tuberías por las que fluye el amoniaco en el módulo, aproximadamente del tamaño de una secadora de ropa y que será reemplazado por uno de los cuatro en reserva.
Se desconoce si, en virtud del percance de hoy, las autoridades programarán una tercera caminata.
Los directores de la misión prevén hacer una revisión final de este plan a principios de la próxima semana, tomando en cuenta cualquier información nueva sobre la situación en la EEI después de la primera caminata espacial.
Esta salida es todo un reto para los astronautas ya que tendrán que manipular las tuberías por las que circula el amoniaco.
Cada módulo con bomba pesa 354 kilogramos y los astronautas tendrán que desconectar y reactivar cinco conexiones eléctricas y cuatro dispositivos de desconexión rápida, entre otras tareas.
Esta ha sido la decimoquinta caminata espacial de los tripulantes de la EEI y la primera de estadounidenses sin la presencia de un transbordador espacial desde 2008.
La EEI es un proyecto internacional de 100.000 millones de dólares en el que participan 16 países.
EFE
La caminata duró siete horas, entre las 11.19 GMT y las 19.30 GMT, a 354 kilómetros de distancia de la Tierra, con mucha expectación por la dificultad que tiene trabajar con las tuberías de amoniaco.
De hecho, casi cuatro horas después de comenzar la caminata, los astronautas afrontaron su primer revés, ya que una de las cuatro tuberías que debían reemplazar estaba completamente atascada.
"No se mueve", indicó Wheelock, quien realiza la cuarta caminata de su carrera, en imágenes transmitidas por la agencia espacial estadounidense.
La caminata estaba prevista para ayer pero fue postergada un día para ultimar los detalles sobre los procedimientos de reparación.
Durante la jornada, los astronautas sí pudieron desconectar las otras tres tuberías pero las demoras sufridas hoy en la complicada tarea impidieron que los astronautas pudiesen desunir un averiado módulo con bomba e instalar su reemplazo.
A la espera de nuevas órdenes del centro de control de la NASA, Wheelock y Dyson, mientras tanto, describieron las formaciones de la fuga de amoniaco como copitos de nieve.
Cuando se percataron de que se les acababa el tiempo, los astronautas decidieron reconectar la tubería a la bomba averiada.
La bomba, instalada en 2006, sufrió el desperfecto el pasado 31 de julio.
Eso obligó a los astronautas a suspender algunos experimentos científicos y apagar varios sistemas para impedir un sobre calentamiento de la EEI, que depende del amoniaco líquido para enfriar sus sistemas.
Un primer intento de reactivar el módulo con la bomba fracasó, pero la mayoría de los sistemas han sido enfriados gracias a la instalación de cables puentes del laboratorio "Destiny".
Según las autoridades de la NASA, el problema con la bomba es un fallo considerable desde que el laboratorio fue puesto en órbita hace doce años.
La NASA ha previsto otra caminata para el miércoles próximo con el fin de que los astronautas dispongan del tiempo suficiente para descansar y preparar un segundo intento, que incluiría completar las tareas iniciadas para el reemplazo de la bomba averiada.
Expertos en robótica han trabajado durante toda la semana para diseñar los procedimientos para guiar el brazo robótico de la estación, Canadarm2, que está a cargo de Shannon Walker.
En la segunda salida al exterior, la tripulación intentará completar la conexión de las tuberías por las que fluye el amoniaco en el módulo, aproximadamente del tamaño de una secadora de ropa y que será reemplazado por uno de los cuatro en reserva.
Se desconoce si, en virtud del percance de hoy, las autoridades programarán una tercera caminata.
Los directores de la misión prevén hacer una revisión final de este plan a principios de la próxima semana, tomando en cuenta cualquier información nueva sobre la situación en la EEI después de la primera caminata espacial.
Esta salida es todo un reto para los astronautas ya que tendrán que manipular las tuberías por las que circula el amoniaco.
Cada módulo con bomba pesa 354 kilogramos y los astronautas tendrán que desconectar y reactivar cinco conexiones eléctricas y cuatro dispositivos de desconexión rápida, entre otras tareas.
Esta ha sido la decimoquinta caminata espacial de los tripulantes de la EEI y la primera de estadounidenses sin la presencia de un transbordador espacial desde 2008.
La EEI es un proyecto internacional de 100.000 millones de dólares en el que participan 16 países.
EFE
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