También llamado mal del gusano de Guinea, afecta principalmente a los países africanos con problemas de acceso al agua potable. Sepa cómo se contagia.
La dracunculosis, o más conocida como enfermedad del gusano de Guinea, es una parasitosis causada por un largo gusano filiforme llamado Dracunculus medinensis y aunque rara vez es mortal, los infectados caen en un estado de invalidez durante meses.
Esta enfermedad se transmite cuando se bebe agua contaminada con pulgas infectadas por el parásito. Al ingresar al estómago éstas son destruidas, pero las larvas se liberan, atraviesan la pared intestinal y migran por el cuerpo.
El gusano hembra fecundado (que mide entre 60 y 100 cm) migra bajo los tejidos de la piel hasta llegar a las extremidades inferiores, donde forma una ampolla por la que finalmente sale al exterior. El periodo de incubación dura entre 10 y 14 meses a partir del momento de la infección.
La dracunculosis afecta a personas de comunidades rurales, desfavorecidas y aisladas, que dependen principalmente de aguas abiertas, como estanques, según informa la Organización Mundial de Salud (OMS) en su página web.
Se estima que a mediados de la década de 1980 había en el mundo 3,5 millones de casos en 20 países, 16 de ellos africanos. El número de casos notificados disminuyó a lo largo de los años noventa hasta situarse por debajo de 10.000 en 2007. Esa cifra se redujo luego aún más, hasta 4.619 en 2008, 3.190 en 2.009, y 1797 en 2010.
En 2011, la incidencia anual de la enfermedad se ha reducido en más del 99% en comparación con mediados de los ochenta. Últimamente, los únicos casos notificados se han registrado en Chad, Etiopía, Malí y Sudán del Sur.
De los 20 países donde la enfermedad era endémica a mediados de los años ochenta, solo 4 (todos en el continente africano) siguen notificando casos. La mayoría de los casos (97%) ocurre en el recién independizado Sudán del Sur.
No hay ninguna vacuna para prevenirla ni existe ningún medicamento para tratarla. Sin embargo, la prevención es posible, y son precisamente las estrategias preventivas las que han conducido a la enfermedad hasta este punto próximo a la erradicación, como garantizar un mayor acceso al agua potable, fomentar la educación sanitaria, entre otras.
La OMS ha certificado que 187 países y territorios están libres de esta enfermedad.
Video recomendado
Comparte esta noticia