El canciller surcoreano, Yun Byung pidió acelerar la revisión de un acuerdo de cooperación nuclear, en su reunión del martes con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
Las presiones de Corea del Sur para poder procesar combustible nuclear para energía, transmitidas esta semana a puerta cerrada por el ministro de Exteriores surcoreano, Yun Byung-se, en Washington, elevan las preocupaciones y los recelos en plena crisis regional.
A la sombra de las tensiones con Corea del Norte y su programa de armas nucleares, las peticiones esta semana del canciller surcoreano en Washington para que EE.UU. le permita a su país enriquecer uranio y procesar combustible atómico pasaron inadvertidas.
En su reunión del martes con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, Yun pidió acelerar la revisión de un acuerdo de cooperación nuclear civil bilateral que data de 1974.
Según los expertos, el dominio de la tecnología de enriquecimiento y reprocesamiento nuclear con objetivos civiles no dista mucho de la necesaria para producir armamento nuclear, lo que podría dar alas a Corea del Norte para que continúe con su programa atómico.
Como parte de la alianza estratégica entre Corea del Sur y EE.UU., derivada de la Guerra de Corea (1950-53), Seúl renunció en 1992 a obtener armamento nuclear, aunque en los 70 realizó investigaciones militares en secreto con este objetivo.
EE.UU. no quiere una escalada nuclear en una región tan inestable como la Península de Corea y en plena ofensiva diplomática para que Irán abandone su programa nuclear de enriquecimiento, que ese país asegura que tiene fines pacíficos.
EFE
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