Goleman explica fórmulas de focalización o de "meditación inteligente" para alcanzar la excelencia, puesto que el talento del siglo XXI radica en aprender a cultivar la atención.
"Nuestras relaciones son ahora más frágiles que nunca, porque siempre hay posibles "intrusos" en la comunicación", denuncia el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, "padre" de la "inteligencia emocional" y autor del ensayo "Focus", en el que invita a la concentración para huir del "ruido" exterior.
En una entrevista, advierte del peligro de las multiconexiones, "que interrumpen la comunicación directa entre dos personas, mermando la capacidad de concentración, e interrumpiéndola con múltiples opciones, ya sea vía móvil, correo electrónico, sms u otras".
Con cinco millones de ejemplares vendidos en el mundo de su obra "La Inteligencia Emocional" y nominado dos veces para el Premio Pulitzer, este psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard combina en "Focus" la investigación más puntera sobre la ciencia de la "atención plena" con los consejos prácticos sobre esta materia.
En este sentido, la preocupación prioritaria de Goleman son los niños, ya que, "a medida que su cerebro se va desarrollando, no tienen la oportunidad de jugar de modo espontáneo, porque tienen todo tipo de dispersión electrónica en su día a día".
"En los niños, esa imagen de que podemos hacer varias cosas a la vez al mismo tiempo puede ver afectada su capacidad de concentración y también puede poner en peligro su desarrollo personal completo", alerta Goleman.
Preocupado por las nuevas generaciones, Goleman, que escribió durante doce años para el New York Times sobre ciencias conductuales y cerebrales, defiende "que los educadores inculquen técnicas de concentración a los niños, del mismo modo que les enseñan ejercicio físico".
"El hecho de que el cerebro sea maleable significa que, cuanto más lo utilices, más lo desarrollas; mi impresión es que puede ocurrir que los niños sean muy capaces de recoger buena información de Google o Internet, pero que no sean capaces de concentrase", advierte Daniel Goleman.
En este sentido, Goleman comenta como curiosidad que, en sus reuniones con muchos profesores, la inmensa mayoría le ha advertido de que "los niños de hoy cada vez son menos capaces de comprender los textos".
Para Goleman, nacido en California en 1946, las personas de su generación, a caballo entre la educación enciclopédica y el dominio de las actuales herramientas virtuales, se ha formado "con lo mejor de los dos mundos".
"Yo no diría que nuestro mundo fuera maravilloso, pero ahora la capacidad de concentración se deteriora, porque todos necesitamos un cierto lapsus de tiempo para llegar a la concentración y hay muchas distracciones a nuestro alrededor", reflexiona.
En su ensayo "Focus" (Editorial Kairós) Goleman explica fórmulas de focalización o de "meditación inteligente" para alcanzar la excelencia, puesto que el talento del siglo XXI radica en aprender a cultivar la atención.
Los consejos que Goleman ofrece para conseguir "focalizarnos", pasan por "prestar atención al músculo mental del mismo modo que prestamos atención al resto de musculatura en el gimnasio y concentrarse en la respiración, aunque sepas que tarde o temprano te vas a distraer; la clave es darte cuenta de que te has distraído".
Goleman, que pasó varios años en la India estudiando diversos sistemas de meditación, apuesta también por esta práctica como el mejor método para alcanzar un buen nivel de concentración. "Dejando de lado el aparato religioso, es el mejor método para reencontrar la concentración", señala.
En la era de la distracción permanente, Goleman sostiene que ahora más que nunca debemos aprender a cultivar nuestra atención tanto como fórmula de autocontrol, como para mejorar la empatía o para comprender la complejidad que nos rodea. EFE.
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